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"Abrázame tan cerca que sienta que nuestros corazones se besan"-Ron Israel.

Capitulo dedicado a: Mi_Amada_Pelirroja

Su respiración es tan acelerada, tanto así que su voz se ha perdido un poco debido a su garganta seca que necesita de algún líquido frío para poder recuperarse.Ha llegado a Alemania, a paso titubeante, sale del aeropuerto y mira su teléfono para encenderlo. Cuando su teléfono está al cien por ciento encendido, se da cuenta que ha recibido más de 30 llamadas; de su padre, hermana, Saúl. Suelta un suspiro y solo le contesta a su hermana. "Luego te veo" enviar. Saca su chip de su teléfono y lo guarda en su cartera.Pide un taxi y le dice que lo lleve a este lugar. El taxista asiente, y acata a las órdenes en inglés del extranjero. Después de unos largos minutos de camino, que fue muy agradable para él, llega a su destino. Paga el taxi y se adentra al edificio, sube al elevador y se dirige al último piso, nervioso mira los botones del elevador, para poco después escuchar un tintineo, por parte del elevador, avisando que las puertas se han abierto y él pueda entrar.

Algo inquieto presiona el piso a donde se dirige, suelta un suspiro y sus labios no pueden evitar dibujar una tierna y linda sonrisa. Al llegar al piso deseado, sale del ascensor y camina a paso decidido a la puerta de su ser amado; tomando una calada de aire, sus dedos impacientes tocan el timbre del departamento de Messi.

No tarda mucho en ser abierta la puerta, un fuerte estruendo se escucha para los dos, pero no le dan importancia. El más bajo de los dos sin pensarlo se abalanza a los brazos del más alto, sollozando y rogando que esto no fuera un sueño y así poder seguir teniendo en sus brazos al amor de su vida. El rizado acaricia el lacio cabello de Messi, e inhala el delicioso aroma del Alfa.

-¿Qué haces aquí? No se supone que deberías estar casándote con él-Pregunta entre sollozos y lo mira con sus ojitos aguados, Lionel.

-Tal vez tengas razón, pero no me sentía feliz en esa ceremonia- Y tenía razón, él no soportaría compartir una vida con alguien que ya no amaba ni sentía lo mismo; el corazón del mexicano ya le pertenecía a su argentino favorito. Poco después el mexicano se desploma en llanto. -Quédate conmigo y nada más-Le repite entre sollozos a Messi.

Lionel se aferra a Memo con fuerza. -Lo haré.- Responde en un susurro el argentino. Memo quiere decirle sobre el audio que Kun le mostró en la cafetería, pero se queda callado, pues piensa que fue obra de Sergio para que Memo se alejara del capitán y nunca más se volviera a acercar a él. Aunque Guillermo se sintiera molesto por ello; él no quería arruinar la amistad de su amado con Sergio.

Messi de separa unos centímetros del rizado. -Aún traes el traje de novio- Ríe el argentino, Memo le devuelve una cálida sonrisa una de esas que hacen que se te llene de calorcito, cariño y amor el corazón. El rizado lo toma del rostro con delicadeza y con sus dos pulgares limpia las lágrimas de su Alfa. -No vuelvas a llorar más aquí estoy y no te dejaré nunca más. Lo prometo, mi vida-

Están a unto de unir sus labios en un lindo beso, pero alguien los interrumpe con un carraspeo, arruinando su reencuentro entre los dos amantes. Los dos miran a la persona y sonríen avergonzados. Sergio los mira con una sonrisa.

-¡Vaya creo que interrumpí algo!- Exclama apenado el amigo de Messi. Dándole una sonrisa de boca cerrada a Memo, lo saluda con un apretón de manos. -Bueno sigan disfrutando de su momento, me iré a descansar- Vuelve a sonreír Agüero.

Kun los deja solos y sube a su habitación, algo celoso . Los dos chicos enamorados, entran con emoción al departamento y toman asiento en la sala, se miran a los ojos y el más bajo se sonroja.

-No sabes, cuánto extrañe verte- Memo suspira profundamente, luego toma un caramelo de la mesita ratona que está en la sala. Lo mete a su boca y lo saborea.

Messi mira como el Omega mete el caramelo a su boca, y sus mejillas se toman de un rojo carmesí. Luego carraspea y le sonríe a su rizado.

-¿Ya comiste algo?- Pregunta el argentino con un tono preocupado.

-poco, solo la comida del avión, ya sabes me salí a prisas de México- Ríe bajito el mexicano al recordar el momento.

Memo estaba apunto de tomar una de las decisiones más importantes de su vida, una la cuál le cambiaría su vida por completo, una en la cuál está decisión se convertiría en una bala a su corazón lo desgarria por completo. Pues su corazón solo latía, en una cruda y amarga realidad, en la que ahora tenia que aceptar.

-Yo...-hace una rotunda pausa. Mira su reloj de muñeca. -Lo siento tanto, pero no puedo casarme contigo, Saúl-

Todos los invitados se quedan sorprendidos y atónitos por lo que acaban de presenciar; la sonrisa de Saúl se esfuma por completo, y sus ojos comienzan a llenarse poco a poco de lágrimas.

-Pe-pero... Tu dijiste, que...-su voz se quiebra. -Dijiste que me amabas-Esas últimas palabras, tan dolorosas, y quebrante, rompen el corazón de Memo, él intenta acercarse a él, y con mucho cuidado, lo toma de la mano.

-Hablemos, en otro lado...-le susurra al pelirrojo. Los dos, caminan por el jardín, los murmullos de la gente se escuchan tras sus espaldas, mientras ellos se alejan. Entran a un lugar más privado, y lo toma del rostro. -Mirame- Le dice con una voz suave mientras le limpia sus lágrimas que bajan por sus mejillas.

-¿Por-porqué, haces esto?-sobre su nariz el pelirrojo, su voz se quiebra en cada palabra que sale de su temblorosa boca.

-Yo, te amaba-deja caer Memo, pero intenta ser cuidadoso con sus palabras. -Enserio, te ame por mucho tiempo, fuiste el hombre que me hizo feliz, que me quiso y me aceptó con este feo carácter- Hace una pausa, y lame sus labios.- Pero como hace tiempo te ame, y te quise como a nadie. Quiero serte sincero y no mentirte, porque no quiero causarte más daño del que ya te estoy haciendo ahora-

Saúl solloza, pero escucha a Memo. El corazón del pelirrojo, duele demasiado, al igual que cuando te cortas el dedo con una hoja de papel, pero un poco más intenso el dolor.

-Conocí a alguien más, y estoy sintiendo sentimientos por él. Así que está es la razón, por la cual no acepto casarme contigo; no porque no quiera, sino, que no quiero ser el monstruo que un día fue mi papá- El rizado toma gran valor y con un dolor en su corazón, por ver así a alguien que lo amo desde hace años y que ahora está sufriendo por su culpa. Lo envuelve en un reconfortante abrazo y se disculpa las veces que sean necesarias por haber herido el corazón que un día le entrego su amor. <<Te pido perdón, por haberte roto el corazón...>>




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Nota del Autor.
Holiwis, pido disculpa por tardarme :")
Tuve una semana ocupada y apenas estoy teniendo tiempo para escribir.
Muchas gracias a quien lee está historia, lo aprecio mucho, gracias por votar y dejar alguno que otro comentario, es lindo para amo jajaja

Bueno espero y les haya gustado este capítulo, nos leemos en el otro capítulo, les quiero, chaoooo.

-Luu<333



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