Desesperada, me pongo en pie y comienzo a caminar por la estancia. Me llevo las manos al rostro. De un momento a otro, la cabeza me va a explotar.
—¡Todavía no sé si quiero salir con él! —exclamo—. Además, seguimos sin saber si tiene novia o ha estado con alguien. ¡Han pasado cuatro años, por Dios!
Nora se acomoda sobre la mesa de profesor que le sirve de asiento. Resulta un poco extraño tener reuniones secretas en la clase de matemáticas de cuarto de primaria.
—Con esa actitud, ni siquiera vas a conseguir llamar su atención. Tienes que arriesgarlo todo si quieres triunfar.
Llevamos ya media hora dando vueltas sobre el mismo asunto. He intentado explicarle a Nora que mi intención es solo acercarme a él y ganarme su confianza para ver qué puede estar tramando. Ella parece no entenderlo, no sé si de forma genuina o porque escucha mis palabras y decide interpretar lo que a ella más le conviene. Tengo la sensación de que se toma mi situación como un juego y eso hace que me arrepienta de haberle dicho nada. No estoy acostumbrada a tratar con personas a las que le saco más de cinco años.
Debo de parecer exasperada y a punto de explotar, porque mi nueva amiga decide utilizar un tono más conciliador conmigo.
—Mira, quieras que se enamore otra vez de ti o no, lo que vas a tener que hacer es acercarte a él. ¿Podemos repasar lo que hemos hablado antes?
Respiro hondo. Estoy empezando a arrepentirme de haberle pedido ayuda. Me dejo caer sobre una de las sillas, aunque le hago caso a Nora y repaso en voz alta nuestras conclusiones.
—Paso uno: tengo que pedirle perdón por haber sido tan borde. —Hago una pausa—. ¿Es necesario de verdad?
—Muy necesario.
Reprimo mis ganas de gritar.
—Vale, bien. Paso dos: intentar pasar tiempo a solas con él. Demostrarle que puede confiar en mí y ser mi amigo.
Aunque parezca estúpido e infantil, este es uno de los aspectos que más miedo me provoca. Todavía no sé si Marcos sigue siendo la misma persona que cuando estuvimos saliendo y no tengo claro qué intenciones puede tener conmigo. Además, teniendo en cuenta que mi propósito acercándome a él no es el más sincero, tengo miedo de dar un paso en falso y delatarme. A pesar de mis miedos, Nora asiente con convicción y, con un gesto, me anima a continuar. Yo cierro los ojos; me avergüenza estar planeando algo tan... infantil.
—Paso tres: escribir una lista de nuestras mejores citas e intentar rememorarlas.
—¿Qué tal vas con eso? ¿Has pensado algo ya?
No es algo que tenga que pensar. Las citas están ahí, guardadas en un rincón de mi cabeza que había cerrado con llave, y ahora luchan entre sí para poder salir a la luz. A veces, querer olvidar a una persona es la peor manera de recordarla para siempre.
Me encojo de hombros y Nora interpreta mi gesto como un sí.
—Perfecto, pues intenta empezar hoy.
—No es tan sencillo, Nora.
—Sí lo es, solo necesitas un poco más de confianza en ti misma. Repite conmigo: «Soy fuerte. Soy valiente. Puedo con todo...»
Por suerte, Nora no puede torturarme con sus pseudociencias durante mucho más tiempo, ya que Ana nos ha citado en unos pocos minutos para discutir las actividades de hoy. Tras un rato insistiendo acerca de la importancia de la puntualidad, consigo convencer a Nora de que nos conviene llegar a la hora en nuestro segundo día de trabajo. Todavía estoy intentando descifrar cómo alguien tan disperso como ella es capaz de seguir trabajando para la misma empresa después de tres años.
La reunión no es demasiado larga. Recordamos lo que ya hablamos ayer y terminamos de organizar las actividades del día de hoy; una mañana tranquila formando equipos para todo el mes y una tarde para nuestra primera actividad deportiva: canoas en el río Eo. Lo cierto es que ayer estaba demasiado ocupada con Marcos como para prestarle atención a mis deberes como monitora, así que no he tenido demasiado tiempo para reflexionar. Sin embargo, la conversación con Nora me ha pasado factura, ya que en lo primero que pienso al escuchar la palabra canoa es en un momento muy concreto hace ya casi siete años. Fue una de mis primeras citas con Marcos. Siempre nos gustó la aventura.
Está claro que esto no va a terminar bien.
***
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Diez citas para olvidarte [COMPLETA] #DjAwards
Romance✨NOVELA CLASIFICADA EN LA LISTA CORTA DEL OPEN NOVELLA CONTEST 2023✨ Tras numerosas dificultades para acceder al doctorado, la petición de beca de Leire ha sido rechazada. Ahora ella se ve obligada a hacer lo que pensó que nunca retomaría: trabajar...