Capítulo Nueve

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Ver a su rival despidiéndose de todos en la empresa le dolió, era realmente extraño incluso para sí mismo pues siempre creyó que ese momento sería el más feliz en su vida.

No lo fue.

No se cruzó con el alfa nuevamente en su residencia, pero de acuerdo a Junmyeon Chanyeol aún no había encontrado un nuevo departamento. Kyungsoo sabía que se quedaba con Sehun, también creyó que ese hecho le haría feliz.

No fue así.

Habían sido los dos meses más solitarios y dolorosos de su vida.... Y vaya que sabía de eso.

Ahora estaba con una extraña sensación de derrota además escuchar las continuas y extensas charlas de sus familiares no le mejoraba en nada el ánimo. En su mente estaba grabada la imagen del Chanyeol que le grito a mitad de la noche.

No podría borrar de sus recuerdos ese olor, había sido su culpa que la dulzura del aroma del alfa cambiará a uno amargoso.

—Mi niño. —La voz suave de su madre le hizo levantar la mirada y darle una sonrisa fugaz en respuesta. Solo para que no le preguntaran por su estado de ánimo (si es que lo notaba, cosa que creía poco posible)

Por más que Kyungsoo intentó zafarse de esa situación la insistente mujer lo arrastró a ese sitio. Varias mujeres omega reunidas, hablando mal de sus maridos o hijos le rodeaban. ¿Porqué su madre pensó que ese era un buen momento para invitarlo? Solo eran sus continuas excusas para mantenerlo aferrado a ella. Eso lo comprendió a las malas cuando le hizo un escándalo en el pasado al contarle que entraría a una de las mejores facultades de derecho de Seúl.

'Esos sitios están llenos de alfas violadores, irán tras de ti por ser débil.'

—Tú hijo para ser omega es muy famoso. — Su insoportable tía le miró con cierto asco grabado en sus ojos. "Patético" pensó Kyungsoo.

—Incluso a mí me sorprende. Pensé que sería igual a su padre. Por suerte es omega, imagina que fuera alfa.

Kyungsoo suspiró, miró hacia algún punto muerto en la sala a medida que las críticas hacia él aumentaban. Arrugó su entrecejo y aprovechando el constante ruido se levantó despacio y camino con calma hasta el balcón.

El aire helado le hizo dar un pequeño salto, apoyo su peso en la baranda y se dejó abrazar del frío.

Su familia no era normal, eso lo descubrió a muy temprana edad cuando en la primaria todos sus amigos contaban lo que hacían el fin de semana. Mientras los demás pasaban tiempo de calidad con alguno de sus padres, abuelos o amigos él se mantenía en silencio.

Era vergonzoso decir que tenía que trabajar vendiendo dulces en un semáforo, no porque trabajar lo fuera. Sino que era porque su madre se la permanecía ingresando a hombres extraños a su casa.

Cuando se atrevió a preguntar la razón, la mujer respondió un "Es la maldición de ser omega, los estúpidos alfa se aprovechan de nosotros. Solo le sacó provecho Kyungsoo." Asimilar que su madre era una mujer de la vida galante fue relativamente sencillo.

Por alguna extraña razón, si lo pensaba con cuidado su odio hacia los alfa era realmente estúpido. Los hombres con los que salió su madre eran alfas alcohólicos, usualmente casados y que sólo la usaban para sus depravados deseos.

¿Pero acaso los omega no son infieles también? Claro que si. Su madre no era una prostituta por necesidad, no. Era por gusto. ¿Entonces porque se quejaba de los alfa? Eso era lo que no entendía.

"Con que el buen actuar de un alfa... Muchos de ellos se esfuerzan por romper la cadena de dolor y maltrato. Mientras he desperdiciado tantos años de mi vida odiandolos sin motivos reales ."

Juicio Biológico || ChanSoo[Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora