Ambos se miraron con una sonrisa en los labios, el alto lo atrajo hasta su cuerpo besándolo intensamente. No le interesaba que los vecinos le vieran, muchos menos que su amigo estuviera aún ahí de pie con los brazos cruzados.
—¿Junmyeon te dejo venir? — Sehun fue olímpicamente ignorado, ya que Kyungsoo estaba más entretenido saboreando la lengua de Chanyeol que intentando comprender que le decían. —¡Oh vamos! —Infló los cachetes para luego solo suspirar. —Bien, entiendo la indirecta. ¡Usen condón! Soy muy joven para ser padrino.
El alfa empujo ligeramente a los dos abogados, cerrando la puerta tras de sí. Tan pronto estuvo en el pasillo una gran sonrisa sincera se dibujó en su rostro, estaba tan feliz de que por fin el amor imposible de su mejor amigo le haya correspondido. Además, era hora de ir con su adorable Junmyeon. Una cita en casa era buena idea, pasaría primero por una tienda de osos de peluche ya que sabía lo mucho que al omega le encantaban.
Dentro de la casa de Chanyeol sucedía algo completamente distinto, Kyungsoo tenía sus piernas rodeando la cadera del rubio mientras este le tenía contra la pared rozando su hombría con el esponjoso trasero del bajito.
—Si viniste Soosie. — Ronroneo contra sus labios, Kyungsoo enredo sus dedos en el cabello rubio de Chanyeol.
—Siempre cumplo mis promesas. * — Beso ligeramente la mejilla de Chanyeol, le sentía la piel hervir. — Aunque la verdad me termine escapando de casa de Junmyeon. Cuando se dé cuenta me va a matar.
El alfa sonrió, movió su cadera contra el omega para luego pegar su nariz contra el cuello de Kyungsoo. El aroma del pelinegro era suave, no podía definirlo a la perfección solo sabía que le encantaba y que junto a su propio aroma formaban una excelente combinación.
—Entonces me haré responsable de eso, abogado Do. — Beso su cuello, su clavícula y susurro contra su oreja. — Haré todo lo que me pidas.
Kyungsoo estaba más que complacido, su estómago estaba lleno de cientos de mariposas. Eso, y la felicidad desbordante en cada poro de la piel le mantenían al límite de las lágrimas.
—Permíteme ayudarte con tu celo. — Chanyeol se apartó de su cuello para verle directamente a los ojos, Kyungsoo se vio reflejado en tan brillantes orbes. — Por favor, no me salgas con excusas esta vez. Ambos lo queremos.
Eso fue suficiente para convencer al alto, quien coloco sus manos en el trasero de Kyungsoo y con algo de afán lo llevó hasta el interior de su habitación. La sensación térmica era distinta, eso lo noto el menor que casi tembló cuando Chanyeol le dejo un momento a solas en la cama. Lo que le llevaba a suponer que el mayor estaba pasándola mal antes de su llegada, tener que regular el celo con aire acondicionado era demasiado primitivo, pero ingenioso.
—Espera, aún tengo algo de control sobre mi alfa. Y, para ser sinceros la recomendación de Sehun no está fuera de lugar. —Chanyeol acaricio el cabello negro de Kyungsoo, antes de casi correr hacia el baño donde tenía varios paquetes de condones cortesía de su buen amigo.
El omega estaba ansioso, su corazón latía con fuerza, pero al mismo tiempo se sentía tranquilo pues estaba más que completamente seguro de su decisión. No es como si se fuera a acostar con un alfa desconocido, era Chanyeol. El mejor abogado, su rival, aquel estúpido ser que se adueñó de sus pensamientos y alma.
Jugueteo con sus propios dedos sin saber que hacer mientras el alto terminaba de romper el plástico que protegía la caja, ¿sería bueno desnudarse y esperarlo así? No tenía la menor idea, y si lo pensaba lo suficiente sería casi como su primera vez. Las demás salidas no contaban, todo fue un fiasco. Siempre terminaban diciéndole que no era lo suficientemente entregado, o que no era un omega sexy... estaba por debajo del promedio, no encajaba en la definición de omega atractivo.
ESTÁS LEYENDO
Juicio Biológico || ChanSoo[Terminada]
FanficDo Kyungsoo es un reconocido abogado cuyo principal propósito es defender a los omegas de un mundo cruel e injusto, de acuerdo a su perspectiva no existe nada bueno que resaltar de los alfas y aunque puede soportar la presencia de muchos de ellos ha...