Capítulo Diez

186 33 0
                                    

Llevaba varios días devorando libro tras libro, comportamiento alfa, demandas del estado hacia ellos, conductas esperadas, incluso leyó algunos cuentos infantiles no solo actuales sino de algunos años de antigüedad cuando la constitución del país denominaba a los omegas como 'propiedad'.

Mientras estaba en la escuela de leyes lo que más llegó a molestarle era el método Socrático usado por alguno de sus profesores, ¿buscar la respuesta por sus propios medios? Fue sumamente ridículo estar de una biblioteca a otra y horas perdidas en varias páginas de internet para llegar preparado a su próxima clase. Ahora entendía la gran importancia de ello, es de las únicas formas en que el interés real crece a medida que una y otra pregunta es arrojada frente a sus narices.

Nunca se había detenido a pensar el por qué los alfas no tenían cargos en los que estaban sin problemas betas y omegas, claro, ahora comprendía que, aunque ellos desearan hacerlo para el gobierno se reducían a una puñado de 'yerbas malas'. Algo que no valía la pena reconocer.

"Grande. Fuerte. De familias pudientes" No todos eran así, y no todos nacían con las mismas ventajas, pero ahí estaban, esforzándose todos los días para llegar a la cima y no ser una vergüenza para sus padres, amigos y pareja. Caso similar al de ellos como omegas.

Pequeño, diminuto y torpe se sentía. Durante mucho tiempo se limitó a tener una venda cubriendo sus ojos, tal como decía Chanyeol él solo buscaba cualquier motivo para victimizarse.

—¿No te cansas de leer? — Kyungsoo separó sus ojos del enorme libro sobre la mesa, encontrándose con Chanyeol quién lucia su perfecto traje gris, su cabello claro bien peinado hacia atrás y una sonrisa en el rostro.

—¿No te cansas de sonreír? — Respondió el menor, su voz suave y para sorpresa del alto no se veía molesto con su presencia.

Chanyeol levantó un poco los hombros, sentándose junto a Kyungsoo con sumo cuidado de no desorganizar más la gran cantidad de papeles sobre la enorme mesa de roble.

—No me cansaría de algo que demuestra que soy humano, que poseo sentimientos. Llorar, reír, dudar, tener miedo. Todo es simplemente natural, no me contendré ante ti Kyungsoo. — Inclino su cuerpo hacia adelante dejando su cabeza apoyada en una de sus manos.

—Oh cielos, solo te seguía la broma.

Kyungsoo rodó los ojos, una tenue sonrisa se dibujó en sus labios. Chanyeol abrió la boca, pero al ver como la encargada del lugar le lanzó una mirada de advertencia prefirió quedarse en completo silencio.

Fue extraño pasar de 'odiar' de dientes para fuera a Chanyeol, a luego solo dejar que el alto parloteara a su alrededor. Sin duda era más preferible aquello a estar por horas en silencio en la oficina. Misma que había dejado de parecerle tan interesante, Junmyeon realizaba rápidamente su trabajo y se marchaba a casa dejándole una especie de vació en el pecho. Ya no estaba el alto al final de pasillo si quiera para hacerle enojar.

Cuando eso sucedía era que aprovechaba para terminarse su café cargado, caminar por las concurridas calles cerca de la oficina e ingresar en la biblioteca. De alguna forma Chanyeol llegaba a los pocos minutos, o en ciertas ocasiones cuando estaba por irse a su casa. Los dos hablaban de algún tema sin sentido, nada relacionado a los trabajos o los casos que manejaban y así en completa comodidad ingresaban al edifico que compartían.

Qué ridículo ¿no? Tenía a su rival a pocos metros de distancia y eso le alegraba la existencia, sin duda alguna el alfa le había hecho algo.

Eso o el hecho de que fueron los cálidos brazos del alto el que lograron que sus lágrimas se detuvieran en un momento de fragilidad habían terminado de romper la barrera auto-impuesta con el abogado. Sí, en definitiva, fue eso.

Juicio Biológico || ChanSoo[Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora