Extra

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Kyungsoo maldijo entre dientes, sus pisadas eran tan fuertes que Junmyeon temía que su amigo provocará alguna catástrofe en su hogar. ¿Cuál era el motivo del enojo de Do? Muy sencillo, había tenido una acalorada discusión con su esposo. Él había planeado unas cortas vacaciones a Honolulu, irían con sus tres bebes y pasarían una agradable semana llena de comida deliciosa, mar azul y música autóctona.

Chanyeol al principio se mostró contento con la propuesta, pero a los pocos minutos cambió su expresión a una de preocupación para finalmente soltar la horrible bomba. “No puedo amor, no podemos. Viajar hasta Honolulu nos costaría un ojo de la cara, si no hubieras comprado ese gimnasio para la casa podríamos… Quizás.”

—¿Lo puedes creer? — Kyungsoo suspiró fastidiado. — No me hubiera enojado si solo hubiese dicho algo como, ‘no podemos ir al viaje bebé, tenemos algunas cuentas pendientes’. Así le habría dicho que no se preocupará, que lo tenía cubierto.

—¿Entonces que te enojó tanto? — Junmyeon se mecía de adelante hacia atrás intentando que su pequeño Sejoon durmiera una siesta.

—Que me culpará a mí por el maldito gimnasio, no es como que yo le obligará a comprármelo. Joder, ambos lo hicimos y estuvimos de acuerdo. No tengo el tiempo para estar dejando a mis niños e ir a un lugar especializado, y él estaba feliz porque así podría seguir ejercitándose. Ya sabes cómo es eso del embarazo, uno queda tan flácido como una gelatina. Lo sé, lo sé… él no lo dijo con una mala intención. Es solo que me enoja.

La voz de Kyungsoo paso de estar bastantes decibeles más arriba de lo normal a quedar como un leve susurro. Junmyeon inflo los labios y negó con la cabeza, ya sabía que vendría después del arranque de ira de su amigo. La fase de llanto.

—Bueno, sabes que no lo dijo con mala intención. ¿Sé lo hiciste saber o de inmediato te transformaste en un ogro gruñón? — Kyungsoo cubrió su rostro con ambas manos, los hipidos lastimeros hicieron sentir mal a Junmyeon. Agradecía que tan pronto vio a su amigo tras la mirilla de la puerta no dudo en marcarle a Chanyeol informándole que el escurridizo abogado estaba en su hogar. La única persona en el mundo capaz de tranquilizar al omega era Park Chanyeol. — ¿Puedes ir a comprarle unos pañales a mi angelito?

Kyungsoo bajo sus manos, las lágrimas habían dejado un rastro húmedo. Junmyeon señaló su espalda a lo que el menor solo respondió con un quejido saliendo del apartamento.

—Mi amor. — El omega deseo meterse en un agujero y desaparecer, pero Chanyeol lo abrazo con cariño. Sentía su calor corporal, su esposo tenía la espalda húmeda y las hormonas algo alborotadas. ¿Había corrido por él? ¿Dónde estaban sus bebés? — Están con Jongin, es vecino de Junmyeon después de todo. — Kyungsoo abrió la boca, cerró los ojos dejándose consentir por el alfa. —Perdón amor, no me dejaste terminar la oración. Ahora que examino mis palabras me doy cuenta de lo mal que sonaron. No era mi intención ofenderte, soy consciente de que compramos el gimnasio para los dos.

—Me hiciste sentir muy mal. — Kyungsoo restregó su mejilla en el amplio pecho del alto. — Creí que estabas juzgándome o culpándome por tener gastos extras, yo quería que pasáramos un tiempo en familia… pero.

—Lo siento, lo siento tanto. — Chanyeol temblaba, el aroma a tristeza y arrepentimiento llegó hasta las fosas nasales de Kyungsoo. — Cuando empezaste a gritarme me sentí herido, pero antes de intentar arreglar la situación también terminé alzándote la voz. Mi amor, enserio lo lamento. No quiero que mis palabras suenen como excusas vacías, porque no lo son. Pero el estrés del trabajo me cobró factura, he tenido casos muy difíciles últimamente. No hemos podido estar juntos como antes y los niños también requieren mi atención. Lo siento. Lo siento. Estaba además asustado por tu salud, recuerda que tomar un vuelo en tu estado es riesgoso. Perdón.

Juicio Biológico || ChanSoo[Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora