Capítulo XXII ♧

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Narrador Omnisciente

— Estoy enojado contigo... - mintió Cristián haciendo el duro mientras se cruzaba del brazos.

Sonny no pudo evitar reír un poco.

Ya los dos estaban solos luego de un rato desde la partida de Karen. El mayor se había quedado en la cocina sin siquiera escuchar cuando la rubia se fue, mientras que él menor se había quedado sentando en sillón en silencio. Procesando todo lo que acaba de pasar.

Ya no estaba enojado con Karen, pero aún así no podía sentirse decepcionado con ella, y a la vez impresionado por lo sincera que la rubia había sido. Jamás vio esa faceta de su amiga, se alegro por ella. Se mostraba más fuerte que nunca, y estaba muy satisfecho con su disculpa. Podía perdonarla, pero ya no sabía si las cosas podían ser como antes.

— ¿Conmigo? - repitió señalandose y el menor asintió sin mirarlo - deberías agradecerme - aclaró mientras se sentaba sobre el regazo del cordobés, con las piernas para el mismo lado.

— ¿De qué? - le preguntó colocando su mano en la cintura del coreano - ¿De que hayas estado hablando con la persona que odiaba y encima me hayas mentido para que la vea?

Claramente exageró todo aquello. Nunca había llegado a odiar a Karen, sé conocían desde pequeños. Simplemente se sintió defraudado y traicionado. Creo que nunca se va a poder odiar a alguien que realmente quisiste. Por eso, desde aquella cita en el parque de diversiones con Sonny, no podía sacarse esa idea de la cabeza. El coreano claramente no lo odiaba a Harry, aún con todo lo que le había hecho.

— ¿Resultó bien o no resultó bien? - abrazo el cuello de Cristián con sus brazos.

— Si, pero tu traición es más grande - fingió estar dolido dirigiendo su mirada hacia otra lado, pero el agarre en la cintura del mayor no se iba.

Lo que provocó otra pequeña risa en en mayor.

— Eres un idiota... - comentó divertido para luego dejar un beso en la mejilla del contrario.

— Creo que necesitaré más de esos para perdonarte - habló el cordobés para mirarlo y luego hacer un piquito con sus labios.

— Te lo repito... - dijo divertido negando levemente con la cabeza - eres... - dejó un pequeño beso en los labios del menor - un... - dejó otro escaso beso - idiota... - terminó de decir quedándose unos segundos viéndose con el contrario.

Los dos se sonrieron y rompieron la poca lejanía que tenían juntando sus labios una vez más. Pero esta vez no en un beso corto. Sus labios se movieron a la par con dulzura mientras el mayor acunaba la cara de Cristián entre sus manos, y el contrario lo pegaba más a él con el brazo que rodeaba la cintura del coreano.

Se perdieron en ese beso, como en todos los anteriores besos que se habían dado hasta ahora. Adoraban besar al otro y sentir sus labios contra los suyos. El tacto y fricción de la boca del contrario. Nunca pensaban más allá que no fuera eso, los labios del otro.

Pero Cristián no pudo evitar pensar en Kane. Y que él también había sentido aquella maravillosa sensación de los labios del coreano contra lo suyos, y mucho más tiempo que él. De alguna manera se sintió molesto. Y era estúpido. Nunca se había preocupado por el desde que comenzaron a salir.

Pero había aparecido.

Ahora era distinto.

Estaba celoso. Y no aguantó mucho más para volver el beso más apasionante y desesperante del que estaban teniendo. La idea de Harry besándolo a Sonny lo volvió loco, y no de la buena manera. La manera en la se habían sonreído y abrazado hoy lo odiaba. Y odiaba sentirse así.

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