Narrador Omnisciente
Cristián se encontraba sentando sobre una banca en el medio de un parque mientras que su pierna izquierda no paraba de moverse rápidamente como un tic nervioso. Porque nervioso estaba y muchísimo. Hoy habían arreglado de poder tener por fin su primera cita con Sonny, este al principio lo dudo jugando un poco con él, para luego aceptar después de que el cordobés se haya puesto en modo depresivo.
Ahora lo estaba esperando, hoy se levantó lo más temprano que pudo y llegó dos horas antes de la hora pactada. No quería volver a correr el riesgo de perder otra chance con el coreano, quien todavía no aparecía, pero claramente era demasiado temprano.
Por su mente pasaban millones de cosas, situaciones en las que el mayor no aparecería y lo dejaría plantado, para devolverle la que él le había hecho anteriormente. Después pensaba en que las cosas podrían salir mal y Sonny lo odiaría sin querer saber más nada él.
Estaba inquieto.
Hasta que lo vio...
Heung-min aparecía a lo lejos, este miraba para todos lados intentando toparse con el menor o toparse con algún lugar donde pudiera esperarlo. Cristián al verlo sintió todo su cuerpo relajarse, sonrió embobado y se digno a acercarse a donde se encontraba el contrario. Quien al notarlo también sonrió terminandose de acercar a él.
Estando frente a frente, los seguían manteniendo sus tiernas sonrisas, para luego hacer un tímido ademán de mano para saludarse. Los dos estaban nerviosos y los dos se sentían como unos idiotas al no saber que hacer a la hora de saludarse.
— ¿Cómo estás? - le preguntó el menor.
— Bien... Salí apurado del trabajo para no llegar tarde, pero termine llegando veinte minutos antes, y con una gran sorpresa de que tu ya estas aquí... - lo miró de arriba a abajo con una ceja alzada - ¿Hace cuanto que llegaste?
— Ah... Eh...
Sentía que no podía decirle la verdad, sonaría muy ansioso y desesperado, él quería tomárselo con calma, o al menos eso quería dar entender. No quería espantarlo con su intensidad.
— Hace... Unos cinco minutos que llegue - mintió rascándose la nuca.
Hace dos horas había llegado.
— Parece que los dos quisimos llegar temprano - comentó el mayor regalándole una sonrisa - ¿Vamos? - preguntó señalando con su dedo detrás de él.
— Si - afirmó contento dando comienzo a lo que sería su primera cita.
El día de hoy no habían planeado algo exagerado. Cristián lo hubiese llevado al mejor restaurante de Inglaterra si Sonny lo quería, pero los dos se decidieron por hacer algo tranquilo, como tomar unos helados, charla para poder conocerse mejor y pasar el rato juntos, que era lo que más querían sin importan lo que fueran o no a hacer.
Camino a la heladería hablaron un poco, para luego quedarse callados, en su silencio que no les parecía incómodo, era bastante tranquilo y cómodo. De vez en cuando sus miradas de encontraba y sonreían tontamente para seguir mirando al frente. También se rozaban sutilmente las manos haciendo que sintieran un cosquilleo en sus estómagos.
Primero se tocaron los nudillos, con un simple tacto tímido sin animarse a ir más, luego le siguieron sus dedos, intentando enrelarlos en los del otros y por último, tomado la valentía suficiente, sus manos se encontraron completamente, sintiendo la calidez y suavidad de aquel tacto.
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Librería-Café Sonny 《CutixSon》
عاطفيةA Cristian nunca le interesaron los libros, pero cierta visita a una famosa librería la vuelta de la esquina, hizo que se sintiera atraído hacia ellos, ¿O se sentía atraído por conocer aquel lindo asiático llamado Sonny?