Extra I ♧

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Narrador Omnisciente

— Deja ya de jugar con tu corbata - le reprocho el mayor a Cristián quien se miraba al espejo sin dejar de moverse la prenda de ropa que decía que lo molestaba.

— Esto me esta asfixiando - seguía quejándose.

— Ese un exagerado - comentó el coreano acercándose a él - además, nos quedaremos lo que quieras quedarte - prosiguió tomando la corbata del cordobés entre sus manos y desaflojarla solo un poco - pero si o si tenemos que ver la ceremonia completa.

— Eso es lo más aburrido.

— No vas a parar de quejarte, ¿Verdad? - Sonny movió sus cabeza para los costados negando mientras sonría divertido.

El día de la boda había llegado.

Después de algunos meses de espera y corridas por parte del mayor con respecto al vestuario, que volvieron loco al menor quien solo digno a aceptar todo lo que él contrario decía, trayendo consigo esa incomoda cortaba.

Nunca fue una persona que le gustase la formalidad, con eso venían los trajes, pero ver a su amado coreano luciendo aquel traje color bordó le hizo cambiar totalmente de opinión. Él por el contrario estaba usando un traje color azul marino, que fue elegido también por el mayor.

Para que todo este bien en este día, Cristián tuvo que conocer a Harry, también a su esposa, pero su verdadero problema fue conocer al rubio. Quien trató de ser lo más cordial posible, y el argentino tuvo que tragarse todas las malas contestaciones que tenía hacia él, sabía bien que si decía o hacia algo malo sería regañado por el asiático más tarde.

No terminó cayendole de lo mejor, pero pudo llegar a tolerar a Kane. Cosa que Son agradeció internamente. Era por único que podía ser después de ser un invitado  a su boda.

— No... - respondió el cordobés como un capricho colocando sus manos en la cintura baja del mayor.

— Tienes tanta suerte de que te amo mucho - dijo Sonny abrazando el cuello de Cristián con sus brazos.

El menor sonrió inocentemente.

Yo te amo más hermoso... - contestó en español dándole un corto beso.

Tenían ya tres meses como novios.

Sonny entendió perfectamente lo que el argentino le dijo, ya que no era la primera vez que lo decía. Le encantaba que le hablase en español y notar aún más la tonada que el contrario tenía. Obviamente no entendía muchas cosas, solo las que el menor solía repetir, hasta había aprendido algunos insultos.

A Cristián le pasaba lo mismo. Las frases cariñosas fueron lo que más aprendieron del idioma del otro, era lo que más se decían, y aunque lo decían todo el tiempo, se sentía como la primera vez escucharlo.

El mayor sonrió felizmente, y tomó nuevamente los labios del menor contra los suyos, haciendo un beso más largo al que el menor había hecho. Provocando un beso cariñoso, mientras dejaba pequeñas caricias con sus dedos detrás de la nuca de Cristián, y esté acariciaba suavemente con sus pulgares su cintura.

— Debemos irnos - susurró contra los labios del cordobés separando el beso.

El menor hizo un puchero.

— Realmente prefiero quedarme contigo... - contestó sacandole una sonrisa al contrario y listo para volver a besarlo, pero el asiático le tapó la boca con su mano.

Librería-Café Sonny 《CutixSon》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora