Librería-Café Sonny 《CutixSon》

Capítulo X ♧

Narrador Omnisciente

Heung-min se sentía decepcionado, no solo decepcionado, sino también un iluso y además, solo para agregar a su lista, un tonto. Como había podido pensar darle una oportunidad a Cristián, se sentía humillado, y encima por alguien que era menor que él, no podía creer que había pensando en siquiera darle una chance. Tuvo que haber sabido que no se lo tomaría en serio, como no se tomaba en serio nada de su día a día; Cristián era el tipo de persona que todo le resbalaba, y que pensaba que todo sucedería a su favor sin ni siquiera esforzarse, su ignorancia hacia que las cosas con gran importancia le resultaran poca cosa.

Sonny sentía que tuvo que entender que tal vez era demasiado pronto y tal vez demasiado estúpido al darle una oportunidad a alguien como el cordobés, ¿Cómo había pensado en dársela después de saber bien cómo era? O bueno, tal vez estaba muy enojado para pensar las cosas con claridad, pero Cristián tampoco estaba ayudando en estos momentos para que el enojo cesara.

Ahora tenía a aquel cordobés siguiéndole el paso sin dejar de disculparse repetidas veces mientras trataba de excusarse por no haber llegado a su cita a tiempo, porque si había llegado, solo que más de una hora tarde, y el coreano odiaba la impuntualidad, pero lo que más odiaba de todo era que no lo tomaran en serio, ya había pasado por una situación donde fue insignificante, no iba a permitir pasar por aquello de nuevo.

Estaba furiosos con Cristián en estos momentos, y verdaderamente no quería escucharlo, no quería escuchar sus excusas, porque estaba enojado, sin querer admitir, que bien adentro suyo, estaba dolido, muy dolido, y no solo por el cordobés, sino por heridas del pasado que aún no pudieron cerrar, y que había olvidado, pero que con lo sucedido volvieron a salir a luz, frustrando mucho más a Sonny, quien pensaba tenerlo todo bajo control, pero aquel argentino solo llegó y le dio la vuelta a todas sus cosas.

- ¡Cristián! - lo llamó firmemente el mayor para que detuviera el habla - tengo que trabajar, no es un buen momento para hablar.

- Lo sé, lo sé, pero en serio quiero disculparme - siguio con sus intentos de disculpas mientras el asiático se cruzaba de brazos viéndolo con una mirada seria - tuve unos problemas la noche anterior, Karen llegó de la nada y en el medio de la noche mi celular se le cayó cerveza encima - el coreano lo miró con una ceja alzada mientras el cordobés se excusaba de la forma más rápido que podía, sin explicar específicamente los sucesos.

- ¡Cristián! - lo interrumpió nuevamente, para luego suspirar agotado mientras empezaba a masajearse la cien - ya basta, ¿Si?, entiendo que tenías asuntos más importantes, como tomar unas cervezas, antes de centrarte en nuestra cita.

Concluyó aquello mirándolo directamente a los ojos, para que después, sin ni siquiera dejarlo decir "ah", se fuera a atender a unos nuevos cliente, dejando al cordobés con la palabras en la boca para chasquear su lengua como respuesta frustrado. Pensaba que lo mejor ahora era dejar las cosas como estaban, si iba e interrumpía el trabajo del mayor este sin duda se enojaría más con él, y las cosas ya no tendrían arreglo.

Resoplo exageradamente mientras se revolvía el cabello con cansancio y desesperación de tantos intentos fallidos de intentar hablar y poder explicarle bien las cosas, para que Sonny pudiera entenderlo y hacer que las cosas entre ellos volvieran a estar bien. Pero Son tampoco quería escuchar lo que tenía que decir, odiaba las excusas con todo su corazón; verdaderamente no había excusas, Cristián no había ido, y nada de lo que diga iba a cambiarlo, eran innecesarios sus pretextos, que los diga e insista con ellos solo iba a arruinar más la situación.

Si quería que las cosas se arreglanse tenía que admitir su error, tenía que hacerle frente a su equivocación, disculparse y dejarlo como estaba, después Sonny vería que hacer con él y su disculpa. Estaba dolido de que por fin se había dignado a darse una chance con otra persona después de años para que después no haya valido la pena, porque nuevamente él no valió la pena, como había sido en su anterior relación.