Capítulo XXVI ♧

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Narrador Omnisciente

— ¿Sonny...?

La pregunta vino de detrás suyo.

Y era su voz.

Heung-min reconoció su voz.

Se dio vuelta apresuradamente en el momento que supo quien lo había nombrado. Cristián estaba a unos metros de él, mirándolo con algo de confusión de verlo ahí, es su departamento, a esas horas.

Cuando los dos se miraron a los ojos, se quedaron inmóviles. Hacía ya cuatro días que no sabían nada del otro, y no fueron días en donde las cosas estuvieron normales, fueron días de tensión y dudas. Donde las cosas habían quedado sin resolverse y los dos dijeron cosas que no querían.

Los dos recordaron aquella noche.

Y se sintieron mal consigo mismos al instante.

— ¿Qué...? ¿Qué haces aquí? - le preguntó el cordobés sin poder creer que se encontraba allí, mientras miraba para sus alrededores intentado obtener algo de sentido - Sonny... No-

Cristián calló cuando sintió los brazos del mayor alrededor de su torso mientras este escondía su cabeza en su pecho, haciendo lo más bolita que podía en él, y sin querer soltarlo nunca más.

El menor había quedado unos segundos impactado, pero al reaccionar, correspondió gustoso el abrazo del mayor pasando sus brazos por los hombros del coreano y atrayendolo más hacia él, para luego apoyar su mejilla sobre los cabellos negros del asiático.

Ninguno dijo nada por un buen rato.

Se quedaron en silencio, disfrutando aquel momento, aquella cercanía que habían extrañado estos días. Aquel calor y calidez que el contrario le otorgaba siempre que estaban juntos. De la cual jamás querían volver alejarse. Y menos de la manera que lo que habían hecho estos días.

Se relajaron y se fundieron en el abrazo.

Pero igual tenían que hablar...

— Lo siento... - se disculpó Son contra su pecho - no fue mi intención decirte esas cosas. En serio no sé porque lo dije, estaba enojado y herido, y reaccione horriblemente, me siento horrible por haberte dicho aquello... Yo... Yo... - el mayor sintió el nudo aparecer en su garganta.

Realmente había tenía miedo de perderlo.

— Shh... Sonny - lo calló dulcemente el menor acariciando su cabellera - lo entiendo, yo también debo disculparme - tomó entre sus manos la cara de Heung-min e hizo que lo mirase - perdón por haberte dicho que lo que te dije, y perdón por haber sido un maldito celoso, sé que estuve mal...

El mayor negó con su cabeza apoyando sus manos sobre el pecho del argentino.

— Yo estuve mal por no entenderte... - aclaró el mayor mirándolo directamente a los ojos - y es ilógico, yo tuve que haberte tenido paciencia y haberte escuchado después de haber salido de una relación en la cual tuve muchas inseguridades... Pero no lo hice - em coreano se sintió falta al recordar aquello - y es imposible que te haya alguna vez comparado con Harry.

— ¿Por qué no esta bien?

— Porque es estúpido... Tu le ganas en todo Cristián.

El cordobés no pudo evitar sentir que su ego subía al escuchar eso, y hubiera deseado que Harry estuviera ahí presente, para decirle y refregarle en su cara lo que el asiático acababa de decirle.

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