Capítulo XXIII ♧

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Narrador Omnisciente

Era martes a la mañana.

Karen hoy pidió el día libre para que pudiera descansar. Claro que le dijo a Sonny que era porque necesitaba ir al medico. Pero era solo una simple mentira. La rubia en estos momentos se encontraba acostada en su cama, durmiendo plácidamente debajo de sus calidad colchas.

Pero todo ese se terminó.

Se despertó algo sobresaltada al escuchar sonar el timbre, pero no de una manera tranquila o normal, alguien lo apretó y lo mantuvo por unos segundos largos para luego volverlo a tocar. Seguido de eso vinieron los toques en la puerta.

La rubia rodó sus ojos y se tapó la cara con sus sábanas esperando a que su amiga abriese la puerta. Pero rápidamente recordó que su amiga no se encontraba en casa ese día.

Algo malhumorada se destapó y emprendió camino hacia la puerta de entrada, esperando que lo sea que hubiese detrás de ella sea importante.

— ¿Quién...? - abrió la puerta apresurada, pero detuvo el habla al ver a la persona del otro lado - Cristián...

Esperen.

¿Cristián?

La rubia se refego los ojos pensando que era una alucinación la que estaba teniendo. Hace días que no veía al cordobés, desde que aquella vez que fue a su casa a pedir perdón. El muchacho no había estado yendo a la librería estos últimos días, cosa que le pareció raro, cuando quiso preguntarle al coreano al respecto del tema, éste lo evitó completamente.

— ¿Puedo pasar?

Karen aún perplejada por su inesperada visita mañanera, asintió y se corrió aún lado para que el más alto pudiese pasar.

— ¿Qué haces aquí, Cris? - le preguntó la rubia cerrando la puerta después  de  fijarse si venía acompañado de alguien, como Sonny.

Pero no.

El cordobés venía solo.

— Perdón por venir tan temprano - habló el hombre mirándola - es que necesitaba hablar con alguien.

Karen dirigió su mirada al reloj que tenía en la pared.

08:47

— Claro... No pasa nada - lo miró nuevamente - ¿Pasó algo?

— La pregunta sería, ¿Qué no paso? - dijo un Cristián algo exhausto para luego tirar se cara al sillón - no sé que hacer, Karen - admitio con la cara apoyada en el cojín del sofá.

— ¿Con qué? 

— ¡Con Sonny! - respondió separando su cara del almohadón para luego dejarla caer otra vez - desde el viernes a la noche que no hablo con él.

— ¿Qué...?

La rubia sintió miedo de eso lo haya provocado su visita o algo así. Cristián se volvió a separar del cojín levantando su torso con ayuda de sus brazos para poder mirar a la rubia.

— Discutimos... Discutimos horriblemente - contestó para sentarse bien en el sillón - le dije cosas que no quería decirle, y luego él me dijo cosas que no me gustaron.

— ¿Qué cosas? - le preguntó sentándose también en el sillón, manteniendo una distancia prudente entre ellos.

— Ni siquiera quiero repetirlas... - suspiró apoyando su cara entre sus manos.

Librería-Café Sonny 《CutixSon》 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora