Capítulo 3

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En un departamento se encontraban dos alfas jugando videojuegos mientras mantenían sus mentes ocupadas en otro tema, uno que indicaba que su vida como idols iba a cambiar tan pronto como reciban ese dichoso mensaje de su jefa.

La pantalla del celular de Jisoo se prendió seguido del sonido de una notificación. Puso pause, extendió la mano y tomó el aparato, fue el momento que rechisto, ahora todo era oficial, colaborarían con Pink.

—Por tu cara pudo decir que esas omegas aceptaron—dijo Lisa apoyada en el respaldar del sillón y echando la cabeza hacia atrás.

—Esto va a ser un caos—imitó la acción de su compañera—. Esa maldita mujer de seguro las obligó aceptar.

—No le digas así, sabes que en el fondo nos quiere y nos está ayudando después de... todo el problema—recordó eventos desagradables—. Es una de los pocos omegas que me agrada.

—Exactamente ese es el problema, Limario. ¿Acaso no te das cuenta lo que conlleva esta asociación?—Jisoo se puso de pie y fue a sacar una lata de cerveza para ambas.

—Jichu, no entiendo, sé más clara—tomó un sorbo del licor.

—Son las omegas más deseadas ya sea por su belleza o talento, nosotras—se señaló—, somos lo mismo con la diferencia de que ahora seremos los simios del circo, ni siquiera los payasos—tomó un trago—. Claramente nos está utilizando, de seguro queriendo demostrar que no somos subnormales.

—¿Crees que hay otra manera entonces?

Fue el instante que Jisoo se calló y miró con detenimiento a Lisa, ¿acaso había otra manera? Por más que lo pensara no hubo ninguna idea.

—No, no la hay—finalizó.

Ambas lo sabían, la decisión de la presidenta era acertada aun si ellas no les parecía correcto. El hecho de realizar una colaboración con Pink originaría que haya un montón de noticias que distraigan al público coreano de los recientes acontecimientos complicados en donde ellas eran las protagonistas o mejor dicho, las villanas de la historia.

En el pasado han tenido uno que otro inconveniente, pero jamás a tal punto de ser acusadas y llevadas delante de un juez, pero ahora todo eso era pasado, no era sano recordar como estuvieron a punto de ser llevadas a la cárcel y perder todo su esfuerzo por un montón de omegas esquizofrénicos y alfas con el cerebro más pequeño que su pene.

—¿Será qué todo resulta bien?—Lisa tomó el control y sugirió jugar una partida online a la mayor quién aceptó.

—Solo si nos mantenemos al margen, sabes a lo que me refiero.

—Lo sé, la verdad, los omegas me dan miedo...—se sentía tonta al decir eso porque después de todo ella era una alfa, pero era verdad.

—Lo sé, yo estaré ahí, no te preocupes—le dio un empujón amistoso.

—Gracias, Jichu—sonrió sobándose el brazo.

El hecho de ser famosas provocaba que las personas olviden que también son seres humanos y que sus acciones puede suscitar que la salud mental del artista se vea afectada de gran manera desencadenando inclusive un trauma.

Los demonios de Jisoo y Lisa no eran simples ni exagerados, eran tan reales como para que su vida diaria se vea afectada y eso es algo que las personas a su alrededor a veces no comprendían, ¿cómo era posible aquello si eran alfas? Tal vez la sociedad haya avanzado con respecto a los derechos de los omegas y betas, pero eran muy insensibles en cuanto a la salud mental y emocional de los alfas, era muy triste.

Ambas se preguntaban si hubieran tomado otra decisión, ¿su vida sería diferente? Puede que sí como puede que no, pero es algo que jamás tendrán conocimiento por el sencillo hecho que el hubiera no existe.

—Espera, me llegó otro mensaje—alertó Jisoo—. Al parecer este fin de semana nos vamos a reunir con ellas—tiró el celular al sillón—. No pienses en ello, falta algunos días hasta que suceda.

—Lo sé, pero no puedo evitar ponerme algo nerviosa—pasó la mano por la nuca.

Solo esperaban que lo que dicen los fanáticos y la empresa de ellas sea verdad, si sus personalidades son tan parecidas al de los ángeles entonces las pocas interacciones que tendrían serían amenas, pero se mantenían objetivas, era muy posible que con todos los rumores sobre ellas conserven las apariencias, pero, ¿eso era necesariamente malo? No, por supuesto que no.

De esa forma su relación sería meramente profesional sin necesidad de entablar una relación más allá de lo laboral, es decir que únicamente frente a las pantallas se llevarían "bien", era un punto bueno, ya que tanto como Lisa y Jisoo mientras estén más lejos de las omegas mejor, nada bueno resulta estar cerca de omegas.

—¿Alguna vez las has visto?—preguntó la tailandesa.

—Solo de lejos, muy lejos—contestó concentrada en el juego.

—¿Y cómo son?

—Pues en las pantallas se veían hermosas—lo dijo desinteresada—, sabes que si quieres ser idol la apariencia es tan importante como el talento, si no tienes uno de los dos no entras.

—En pocas palabras, ¿me estás diciendo hermosa?—se dibujó una sonrisa confiada.

—La verdad, tú me das asco, pero eres la única amiga que tengo—volteó a verla con burla.

—¡Por supuesto que soy tu única amiga!—resaltó lo obvio—. ¡Solo yo te puedo aguantar.

—¡Ja! ¡Verás que a Jesús no le gustan los mentirosos!

—¡Soy budista, idiota!—dejó el juego de lado y se abalanzó a pegarle.

La mayor era fuerte, pero Lisa lo era aun más y el hecho de ser más pequeña que ella no ayudaba, pero ella sabía la debilidad de la menor, tomaría ventaja de ello.

De pronto en el departamento se escuchó risas, Jisoo le hizo cosquillas y no tenía la intención de parar, o al menos ese fue su plan hasta que se percató de algo.

—Espera, ¿no estábamos en una ranked?—dijo de pronto.

—¡Estúpida, quítate rápido que si pierdo bajo de rango!—gritó Lisa que en un dos por tres ya tenía el mando de nuevo en sus manos.

Con el alboroto olvidaron sus preocupaciones, pero sin duda el fin de semana llegaría, es ineludible.


Reds en serio quieren que haga la maratón? ya saben que si dicen que sí su fiel servidora lo hace, pero sería el domingo c:

Reds si les gustó voten, comenten o síganme╰(◣﹏◢)╯

Black and PinkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora