Cuando las chicas se fueron a la cita, lo primero que hicieron Lisa y Jennie fue preparar los alimentos y tener un mini picnic en el jardín. Fue idea de la omega ya que cuando fueron al río Han en serio sintió la necesidad de cocinar los platos preferidos de la alfa, y no se equivocó, ahora disfrutaba de su comida.
—¡Todo está buenísimo!—gimió al sentir el exquisito sabor del pad thai—. No puedo creer que lo cocinaras.
—Me alegra que te guste—se esmeró mucho cocinando—. Tú un día me dijiste que te gustaba ese plato, que te recuerda a Tailandia, así que vi en Youtube como lo preparan.
Fue una de las tantas conversaciones que han tenido a lo largo de su convivencia, además, después de expresar lo que sienten la una por la otra fue más fácil comunicarse, aunque a veces era penoso por los nervios que sentían.
—Quisiera poder cocinarte algo—mencionó Lisa algo decaída—, pero en serio no puedo, creo que la cocina me odia—puso un mohín.
Jennie soltó una risita nasal, lo más gracioso es que era verdad, Lisa y la cocina no se llevaban para nada bien incluso quemaba el agua, no tenía ni idea de como es que llegaba a ese resultado, pero era lindo verla esforzarse.
—¡Pero soy muy buena lavando platos! ¡Podemos ser un gran equipo!—ella se encargaba de la limpieza, aunque lo odiara, pero era un intercambio justo.
—Lo sé, somos un gran equipo mi Tontín—dijo acariciando el hilo amarillo.
Siguieron comiendo con la brisa recorriendo sus traviesos cabellos, era un muy bonito día, el cielo estaba despejado y el sol no era tan intenso, en pocas palabras, la frescura reinaba ese día.
El viento hizo que el olor de la alfa viaje hasta su nariz, su cuerpo sintió un escalofrío por las feromonas de Lisa, sintió que ese olor era más suyo que de la menor, siempre la llenaba de quietud, como el bosque.
—El apodo de "Tontín" te queda porque él vive en el bosque con el resto de los enanitos y Blancanieves—hizo una pausa al ver la mueca de confusión de la alfa—. Lo que quiero decir, es que tú hueles a bosque.
—¿Te gusta mi olor?—inquirió dejando de lado el plato vacío.
—Sí, me encanta—la omega podría pasarse horas oliendo a Lisa, quería estar pegada a su cuello aspirando su esencia.
—A mí también me gusta mucho tu aroma, cítricos y frutos rojos—los ojos de Lisa se agrandaron—. ¡Tú y yo seremos un bosque tropical! Según el señor que da National Geographic los cítricos crecen en climas tropicales, o eso vi—terminó con una sonrisa.
—¿Así que ambas somos un bosque tropical? Me gusta como suena—enseñó su sonrisa gomosa mientras recargó su cabeza en las rodillas.
Lisa no sabía porque Jennie lucía más hermosa de lo normal, los rayos solares salpicando su rostro era magnífico, sus ojitos gatunos desaparecían cuando sonreían ampliamente. Tampoco pudo entender porque su mano cobró vida propia y fue a parar en la mejilla de la omega, fue algo inconsciente, pero se alegró de dar unas caricias dulces antes de asustarse y retirar su extremidad.
—Nini...—susurró.
—¿Nini?—apenas fue audible, aun no salía de su burbuja de felicidad cuando Lisa la tocó por voluntad propia.
—Tú eres Nini, mi Princesa Nini... ¡ya vuelvo!—se puso de pie con rapidez.
—¿Qué pasó? ¿A dónde vas?—no entendía el arrebato de la menor.
—¡A encontrar súbditos!—fue a la puerta principal—. ¡No abras a nadie, menos a Jichu por robarse mi camiseta y hacerla trapo!
—¡¿Qué?! ¡Lisa, esper...!
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Black and Pink
Fanfiction¿Y si te digo que nuestra alma está enlazada a la de alguien más desde antes de nacer, me creerías? Probablemente no, pero es posible que te haga cambiar de opinión con la historia de dos alfas y dos omegas que se conocieron por obra del destino. El...