Black and Pink

Final

Los gritos de los blinks retumbaban en el escenario pidiendo que salgan a dar su hermoso show, era su primera gira como grupo y a cada una de las miembros les emocionaba demasiado, en especial cuando tienes al amor de tu vida al lado. El destino de hoy era Hong Kong, un lugar maravilloso.

—Chicas, salimos en cinco minutos—avisó una persona del staff.

Jennie le acomodó el flequillo a Lisa con mucho cuidado, era la única que podía tocarla sin que se enoje, era muy recelosa con esa parte del cabello y, bueno, también la estilista, pero en estos momentos estaba arreglando a Rosé.

—Y ya está, te ves muy hermosa, corazón—Jennie sonrió muy contenta por el resultado.

—Gracias mi amor, es que Jisoo lo desarregló—acusó a la mayor con un mohín para luego abrazar a su novia con cuidado de no estropear la ropa.

—Sí, ajá—Jisoo rodó los ojos—. Tú mejor deja de abrazar a la pobre de Jennie, pareces garrapata pegada a ella—comentó burlesca, pero en el interior estaba muy feliz de ver a su mejor amiga superar su trauma todos los días.

La de facciones felinas rio para sus adentros, es verdad que Lisa ya no le tenía miedo, solo a ella porque cuando intentaba tocar a Rosé su cuerpo aun sentía peligro, pero ya no era tan grave como antes.

Solo ella tenía el privilegio de tocar a su alfa siendo su omega, no se apartaba ni un segundo de ella, siempre había contacto físico por parte de las dos, en especial por Lisa que amaba abrazarla o tomar su mano, pero lo que le provocaba que se muera de amor era que aun usaban el hilito amarillo.

Era muy especial para las dos porque representaba que aun sin poder tocarse estaban unidas.

—¿Por qué se ríen sin mí?—llegó Rosé completamente lista.

—Te cuento Madsé—tomó la palabra Jisoo—. Aquí, Tontín, cambió de trabajo y ahora se convirtió en la garrapata personal de Jennie.

—¡¿Garrapata?!—la tailandesa bufó indignada.

—Así que estamos molestando a Tontín, genial—la australiana se unió a la treta de su novia.

—Pero sí tú estás peor que mi novia, Rosie—defendió Jennie con una risita.

Rosé sabía que su mejor amiga no dijo ni una sola mentira, era verdad. Desde que esta con Jisoo siempre quiere permanecer a su lado, tanto que en la noche se fugaba de su cuarto y se iba a dormir con la mayor, aunque notaba que no era la única que hacía eso, pues Lisa siempre amanecía al lado de Jennie.

Es verdad que Jisoo era cariñosa, pero ella lo era aún más, amaba colmar a su alfa de besos y abrazos, mientras que Jisoo la llenaba con detalles y los amaba, por supuesto.

Ver su sonrisa cada mañana generaba que su corazoncito ame cada día más a su Pequeña Gruñona, ella también había mejorado mucho en cuanto a su inseguridad, ya no le afectaba tanto cuando alguien hacía notar su pequeña estatura, ya no era tan usual que use calzado alto como antes, solo cuando su forma de vestir lo requería.

—Qué te diré, mi novia es muy abrazable—Rosé la abrazó dejando un poco de su aroma en ella.

—Espera, ¿está permitido hacer eso?—preguntó Lisa al percibir las feromonas de la omega en su mejor amiga—. ¡Yo quiero!

Sin esperar una respuesta, Lisa apegó más a su cuerpo a Jennie y soltó su esencia en la omega mientras restregaba su mejilla contra la de su novia, se oyó pequeñas risillas por parte de Jennie al sentir cosquillas, pero ella tampoco se quedó atrás, claro que no, así que también empezó a soltar su aroma en su alfa, Lisa era de ella y de nadie más.