VACÍO

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Crees saber qué sucede hasta que no lo sabes, hasta que la luz deja de mostrarte el camino, o cuando te das cuenta que no existía tal camino, ni la luz.
Es en este punto dónde la duda y la ansiedad se apoderan de ti, cuando los demonios se hacen reales y vislumbras la verdad: [Todos somos iguales].

Permanecemos absortos y zaheridos. De allí en adelante estás a la deriva, el vacío te ve directamente a los ojo, dudas de Dios, los demonios, el mal, solo hay miedo y desasosiego.

Está bien si no sabemos absolutamente nada, no se trata de qué es correcto o no, porque si el camino ni la luz parecen reales para ti, ni siquiera Dios, tampoco lo son los demonios o el miedo.

Estás solo, depende de ti obsesionarte con la búsqueda de Dios o lo anterior mencionado, depende enteramente de ti seguir ilusionándote e ignorar lo que otros catalogaron de "Vedado" y egoísta.

Es en la oscuridad dónde observas que solo te perteneces a ti, que todo es tu culpa y de nadie más, que aquello que crees saber es un fraude, una propaganda bien hecha. Una vez aceptas todo esto, es donde comienzas a creer en ti, confías en la oscuridad que te rodea, caminas sin vacilaciones en aquella vedada confiado del no saber, pero crees firmemente en ti, en la vida, en la incertidumbre, hasta que por fin comprendes que perteneces aquí, a la nada, naciste sin objetivos, sin metas, libre, para luego ser encadenado por otros.

Diario de un pensador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora