La Ultima Primavera 1.3

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Jacob caminó un largo tramo hasta llegar a las cercanías del hotel donde se hospedaba. Varios minutos pensando en aquella chica capaz de construir un nido de sensaciones en su cabeza: Ansiedad, deseo, escalofríos, vértigo.

<<Un idilio.>> Pensó en voz alta y sonriendo mientras una pareja de abuelos lo observaba, curiosos, desde la otra acera.

Aunque lo intentase, no dejaba de imaginar sus labios carmesíes que parecían hipnotizarlo por breves instantes; mientras ella, quizá consciente de ser la causante de este efecto, volvía a cubrirlos con la taza de té. El deseo de verla aumentaba cada vez más. Pero siguiendo las reglas de algunas historias de amor que había leído tiempo atrás, decidió que tal vez la paciencia era la carta adecuada para jugar.

<<Necesitare ropa nueva>>Pensaba mientras faltaban solo unas cuadras para llegar a su destino. Cruzó la calle hasta el hotel, entró a su habitación y fue directo al improvisado escritorio: Tomó asiento, cogió un lápiz, varias hojas de papel, y escribió por horas hasta caer dormido.

AL DÍA SIGUIENTE

Abrió sus ojos para encontrarse con una pareja de aves observándolo desde la ventana, y un sol que lo hacía sentir como si estuviese dentro de una tetera. La habitación era relativamente pequeña en comparación con la casa de Lucy. La cama estaba fijada justo en frente de la enorme ventana que abarcaba la pared casi por completo. La puerta se hallaba a la izquierda de la cama, y justo detrás de ella, se encontraba "el escritorio" donde había pasado la noche.

El escritorio fue improvisado con dos grandes pilas de libros y una tabla desprendida de un diminuto closet en un rincón de la habitación, cerca del baño, obsoleto por el inclemente sol y la humedad. Las aves revoloteaban de un lado al otro, esto trajo el recuerdo de Lucy a su mente, lo que causó que se levantara del escritorio rápidamente para ver el reloj que ya marcaba las 10:30 am.

- ¡Mierda!, es bastante tarde. - Dijo mientras quitaba una de las hojas pegada a su mejilla.

Fue directo al baño. Era realmente pequeño, tan pequeño que no existía una división entre la ducha y el excusado. Tomó quizá la ducha más corta de su vida. Al salir del baño las aves aún se encontraban en la ventana, como si estas quisieran entrar a la habitación. Decidió abrir la ventana, sin pensarlo volaron para posarse en la mesa. Cantaban sin parar, parecía que hablaban entre ellas, saltaban sobre las hojas y libros esparcidos en la mesa.

<<Creo que les gusta leer.>>

Al salir del baño se dirigió a la cama donde se hallaba la maleta, cauteloso de no escoger alguna prenda negra tal como le había pedido Lucy, de hecho, esto se le estaba complicando un poco. Aunque no saldría a verse con ella, sus ansias eran más grandes que el plan de "ser paciente". Optó por una franela gris holgada, un pantalón de blue Jeans ya desteñido, botas marrones y un chaleco beige con capucha e impermeable, como si el calor no hiciera efecto en él. Ignoró por completo las aves que estaban aún en su escritorio improvisado, tomó las llaves, guardo un cuaderno junto con el mapa en la mochila y salió rápidamente.

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The Academy of Science Natural.

Lucy estaba en la universidad, y faltaba alrededor de 1 hora para salir de la clase impartida por la profesora Clark, sacó su reproductor Discman y puso su dedo sobre el botón de reproducción. Acto seguido, Jacob se cuela en su cabeza como un intruso, aunque no opuso mucha resistencia.

 
 <<¿De qué lugar descenderá aquel forastero? estoy segura de no haberlo visto antes aquí en Leticia. Debo estar loca... no puedo creer que me haya llamado loca. >> Se dijo a sí misma recordando su reunión primeriza de ayer, mientras sus labios dibujaban lentamente una sonrisa, junto con un tono rojizo en sus mejillas.

Diario de un pensador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora