Hacía tiempo que el hechizo y la magia de ellas no calaban en mi ser.
Dulce es el aroma que desprenden, cual flores en eterna primavera. Su energía se desborda haciendo estragos por doquier, hincando en mi alma sus deseos de amor.Que grato y pulido es el ascenso a estos campos,
lábiles son sus roces, sus balanceos hipnóticos al compas del viento, como las notas de un piano o un violín, dotadas de infinita energía de vida.Hacía ya tiempo que no me detenía a observar magnánima creación; pues siempre obstinado por poseer ya una rosa, o en ocasiones codicioso un ramillete; ensueñoso y avaro, de diferentes especímenes ansiaba ya ser dueño.
Entonces reflexionaba hastío su perecer; las abejas no merodeaban por aquellas flores, las mariposas no posaban sobre ellas, el viento no las acunaba ni el sol o la lluvia las revitalizaba y, su roce era áspero y desdeñado, ya no eran libres.
Entonces me dispuse a renunciar por completo ante tal crimen, pues el júbilo y la bienaventuranza se hallaba enteramente en contemplarlas vividas, dejaban fluir su esencia por todas partes, todo a su alrededor tomaba su forma, su aroma, sus tonos, sus frutos. Entonces al sol agradecían, a la lluvia, la tierra, los insectos y hasta a las lombrices, retornaron humildes, afables.
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Diario de un pensador.
DiversosNo hay un limite para las historias, los viajes, las experiencias o el aprendizaje. En un mundo donde reina lo infinito ¿por que agregar un final antes de mi partida?, la conciencia se conecta con el arte, la música, la poesía y todos los medios po...