Esta noche dejé mi alma en algún lugar de la tierra. Mi ser fue a dar un viaje al limbo de los sentimientos.
Jamás pensé que este jardín se marchitaría.
La luna, por cosas de la vida, simplemente desapareció. Dando paso ese displicente sol, desfilando la realidad que nos rodeaba.
Me demostraste que las mareas solo ahogaban las palabras.
Eso que atesoraba desapareció esta noche. Todo frente a mí se nubló esta noche, me iba marchitando.
Pero seguiré estoico en el ciclo de la vida. Está noche, cuidaré del jardín sin ti.
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Diario de un pensador.
De TodoNo hay un limite para las historias, los viajes, las experiencias o el aprendizaje. En un mundo donde reina lo infinito ¿por que agregar un final antes de mi partida?, la conciencia se conecta con el arte, la música, la poesía y todos los medios po...