Cariño, ahora me siento pleno entre tus brazos, pues soy libre nuevamente. Mi corazón está latiendo con fuerza en las profundidades de mi ser, puedes hacerte con el, con su dolor, y hacerlo parte de ti.
Te concedo todo lo que soy, me rindo ante tu omnipotencia, fatigado estoy ya de esta lucha sin sentido, al fin y al cabo siempre obtienes lo que quieres, y lo que yo más anhelo es tan insignificante que ni siquiera forma parte de este mundo.Cariño mío ¿Cuál es mi lugar entonces si no en tus brazos?
Caprichosa eres, y malévola, sin embargo no puedo negar tu gran sabiduría. Me rindo ante ti, ante todo, seamos uno esta vez.
y si llegase a aparecer aquel demonio sonriente, con ardides y fabulas, ilusiones y mentiras, le recibiremos gratamente, porque me he rendido, cariño.
ESTÁS LEYENDO
Diario de un pensador.
De TodoNo hay un limite para las historias, los viajes, las experiencias o el aprendizaje. En un mundo donde reina lo infinito ¿por que agregar un final antes de mi partida?, la conciencia se conecta con el arte, la música, la poesía y todos los medios po...