20- Música

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Sebastián:

Subo al árbol para llegar a la ventana de mi habitación y poder entrar. Si mis padres me ven, me darán una gran regañada por llegar tarde, y peor si me ven así. Abro la ventana y entro.

—Uff. —Levanto la mirada—. ¿Huh? ¿Penny?

Veo a mi hermana sentada en mi cama dándome la espalda.

—Al fin llegas. ¿Por qué tardaste tanto? Sabes que a mamá y papá no les gustan las llegadas tarde. —Deja su celular de lado—. Además, ni siquiera... —Voltea a verme—. ¿¡Qué te pasó!? ¿¡Por qué estás así!? —sorprendida.
—Ehh...
—¿Y qué haces con tu arco en mano? ¿Qué fuiste a hacer exactamente?
—Yo...
—Oye, no le diré nada a papá y mamá, así que más te vale que me digas lo que hicieron.
—Es que fui al bosque con los chicos. —Camino hacia una mesa de mi habitación.
—¿Al bosque? —Me sigue—. Sabes que de noche hay monstruos ahí.
—Lo sé —busco un pañuelo para limpiar mi arco—, pero no tuvimos de otra.
—¿Y qué pasó que viniste así?
—Varios monstruos aparecieron de la nada y tuvimos que matarlos —encuentro un pañuelo y limpio el arco.
—¡Sebas! —sorprendida—. ¡Pudiste haber muerto! —me regaña.
—Sé defenderme —hablo mientras limpio.
—Sin tu arco digamos que no tanto.
—De las pocas veces que mi habilidad sirve para algo. —Termino de limpiar el arco y lo guardo en mi armario.
—¿Pero cuál es la razón por la que fueron al bosque exactamente? —habla mientras me sigue—. Tú mismo dices que es peligroso ir.
—Penny, sabes que yo te cuento los avances de la investigación de la magia, y bueno... hace unos días conocimos a una chica. Me resultó extraña su actitud, así que quise que la siguiéramos. Emm, ella nos dijo que es una escarlata.
—... —Desvía la mirada.

No me dice nada. Debo suponer que la idea de que tengamos a una tan cerca no le agrada mucho.

—¿Y no piensan hacer nada? —me habla.
—¿Y qué se supone que hagamos?
—¡Es una escarlata! ¿Y si hace algo?
—Penny, ella misma nos dijo la verdad, así que supongo que lo hizo porque no planea nada en contra de nosotros. Además, si hace algo no creas que me quedaré de brazos cruzados.
—¿¡Acaso crees que Leila lo hubiera dejado pasar!?
—Yo creo que Leila hubiera pensado las cosas antes de hacerlas.
—...
—Penélope, sé lo que hago.
—Lo sé, pero no quiero imaginarme que algo malo podría pasar. Y sé que no te quedarás de brazos cruzados, pero nos gustaría que no tengas que ir contra algo malvado.
—... Bien. —Me doy la vuelta—. Emm, iré a bañarme. Buenas noches.
—Igualmente. —Se dirige a la puerta—. Les diré a nuestros padres que ya llegaste. Estuvieron algo preocupados.
—Está bien.

Se va y cierra la puerta.

—...

Sé que ellos se preocupan, pero tengo que estar preparado por las dudas de que algo llegue a pasar. Después de bañarme le hablaré a Benjamín para que me ayude a usar más mi habilidad de agilidad.

Amaris:

Mis ojos se abren y veo la luz del día por la ventana. Veo que Adoris duerme a un lado de la cama. No tengo muchas ganas de levantarme. Tomo el celular y veo que son las diez y veintiséis am.

—...

En un rato me levanto.

(...)

Una y cuarenta y cinco de la tarde. El día está nublado y algo fresco. Camino por el bosque en busca de los arbustos de moras, ya que se me antojaron.

—¿Huh? ¿Son voces?

Mientras camino comienzo a escuchar algunas voces a los lejos. Me da curiosidad, así que las sigo.

El Resplandor de la MagiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora