Búho (Altaír):
—Hace mucho que no pasas por aquí, Altaír —dice la mujer de rizos rubios con una delicada sonrisa en su rostro angelical, la cual forma parte de una de sus características más destacables—. ¿Qué te trae por aquí?
—Woohoo (Sentí que ya era hora de verte de nuevo). Woohoo (Tengo algunas cosas que decirte).
—Adelante, te escucho.
—Woohoo (Bueno, el ambiente sigue normal. No he notado nada extraño aparte de las criaturas del bosque). Woohoo (También es sobre la joven que permitiste que viniera).
—Ah, sí, Víctor vino a hablarme de ella hace unos días. Me alegra que pudiera adaptarse después de todo lo que pasó.Eileen desvía su mirada, la cual parece preocupada.
—Woohoo (Eileen, no lo entiendo, tú sabes la verdad de ella, pero decidiste no decirle nada hasta ahora).
—Altaír, debes entender que las cosas no son así de simples. Por mucho que me hubiera gustado haberle dicho lo que le pasó, no puedo interferir en su proceso de recuerdos, ya que eso solo provocaría que ella se pusiera en un peor estado. Prefiero que lo recuerde de a poco, a que se ponga aún peor por mi culpa. Ya le hice bastante daño trayéndola aquí.
—Woohoo (Sabes que no fue tu culpa).
—Sí, lo fue. Desde hace siglos estoy debilitada de magia, y justo en el momento de abrir el portal tuvo que fallar por no saber manejarlo. Si hubiera medido bien las cosas, no habría pasado. No puedo permitirme volver a cometer otro error así.Eileen se siente culpable por lo que le pasó a esa joven, y el hecho de que no pudiera ayudarla como quería, la puso mal. Jamás creyó que las cosas terminarían así. Lo sé perfectamente, ya que ella me lo ha platicado mucho.
—El haber mandado a Víctor fue para que ella supiera esa parte de la verdad. Noté que ya estaba en condiciones de saberlo.
Simplemente la observo, pensando en lo que Eileen acaba de decirme.
—¿Y qué pasó con aquel joven? El que dijiste que también tiene pérdida de memoria.
—Woohoo (Está recordando más cosas, pero temo que le pase algo).
—¿Por qué lo dices?
—Woohoo (Últimamente lo vi mal). Woohoo (Aún no recuerda de dónde proviene).
—Mmm... Su caso es bastante raro. Me dijiste que él tenía un trozo de cristal, pero no entiendo por qué. Ni siquiera puedo sentir su tipo de magia, debido a que está bloqueada.Ni siquiera ella sabe de dónde viene Hernán. Él y la joven, Amaris, están en las mismas condiciones de pérdida de memoria, por lo que tampoco puede interferir en su proceso de recuerdos, a menos que el nivel de riesgo baje.
—Woohoo (Eileen, hay otra cosa que debo decirte, y es que él me mencionó algo de... una escarlata en el pueblo).
Eileen me mira, estupefacta. La llegada de los escarlatas es una de las cosas de las que menos quería oír.
—Woohoo (Fui a buscarla hace unos días para verla, y te puedo asegurar que no se parece a una). Woohoo (Parece ser inofensiva).
—...
—Woohoo (Eileen, ¿estás segura de que ellos volverán?).
—Altaír, vengo sintiendo esto desde hace años, pero últimamente lo he sentido cada vez más fuerte. Cuando las cosas se calmen, iré a ver a esos chicos.
—¡Woohoo! (¡Eileen, sabes que no puedes ir!) Woohoo (Puede ser peligroso).
—Debo dar la cara en algún momento. Sé perfectamente que puede ser peligroso para mí, pero descuida, mientras tanto, seguiré estabilizando mi magia para que las cosas salgan bien, y para que Amaris pueda volver a su dimensión cuando sea necesario.Eileen ve que un pequeño animal trata de bajar de un árbol, y lo ayuda haciendo crecer a una planta hasta él.
—Debemos estar preparados para cualquier cosa.
(...)
Amaris:
Abro los ojos. Después de unos días cansados siento que por fin pude descansar bien. Me doy vuelta en la cama, y veo las puertas del balcón y a Adoris durmiendo en su camita, cosa que me resulta un poco raro, de seguro tenía mucho sueño. Tomo mi celular y veo que son las once de la mañana. Se ve que dormí bastante, hasta ayer me dormí antes de horario y no me desperté en toda la noche. Me levanto para cambiarme, haciendo el menor ruido posible para no despertar al pequeño, y después iré a ver qué puedo comer.
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El Resplandor de la Magia
FantasyNo sé quién soy. Digamos que soy alguien que despertó en el bosque con pérdida de memoria, y que ha experimentado sucesos extraños desde entonces. La sensación extraña que me provoca este lugar, los sentimientos que siento reprimidos dentro de mí, y...