Capítulo 6

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Valeria

Estábamos los tres terminando de colocar la compra que habían traído los chicos, muy escasa y mas cerveza que comida dicho sea de paso, cuando el otro chico bajo las escaleras.

- No sabemos vuestros nombres – dijo Tamy – Yo soy Tamy y ella es Valeria, V para los amigos – los chicos se miraron cuando me presentaron a mi y me puse un poco nerviosa. Él había dicho "no me conocen" y ahora eso... no era de ponerme paranoica, pero ¿Podrían ellos conocerme a mí o a Min Ho?

- Mi nombre es Tae y él es Joon Su – era muy guapo, no iba a negarlo, algo extraño subió por mi estomago cuando le miré.

- ¿Habéis revisado ya la casa? – nos preguntó Joon Su.

- No todo, he cotilleado en la sala de juego, hay un billar, dardos, una guitarra, piano y algunos juegos de mesa, también un karaoke – les dije.

- ¿De donde sois? – me preguntó acercándose a mi. Tamy y JoonSu habían hecho buenas migas y estaban en la zona de la cocina colocando, yo me había sentado en el sofá que estaba cerca. Aquello era todo diáfano y los únicos tabiques eran los del baño.

- Somos de España – aquello pareció sorprenderle y pude ver una pequeña sonrisa ladeada como si recordara algo gracioso - ¿conoces España? – pregunté curiosa.

- No mucho, pero conozco a alguien de allí – vaya eso era inesperado.

- Por tu sonrisa intuyo que una mujer – interrogué yo alzando las cejas. Él se sentó a mi lado y su sola presencia llenaba la estancia. Tenia un aura brutal, emanaba seguridad en si mismo.

- Si, es la mujer de un amigo mío – vaya no pensé que aquel comentario me fuera a aliviar, solo era la mujer de su amigo... pero lo hizo... no me gustaba lo que eso significaba... me atraía ese chico.

- Vaya, pues déjame decirte que tu amigo tiene muy buen gusto, las españolas somos maravillosas – solté sin mas ¿Qué? Era verdad...

- Eso dicen... - comentó mas para si mismo - ¿Cuándo amanece aquí? – me preguntó descolocándome. Frente a nosotros había unos ventanales enormes que dejaban ver el mar y el hielo, pero estaba oscuro y eran las ocho de la mañana.

- Pues me temo que amanece a las nueve y anochece a las nueve y media... - no había mucho tiempo de luz, pero era lo magnifico de aquello. Dedicaría tiempo a leer, cocinar, pasar el rato en el jacuzzi exterior y viendo estrellas y auroras boreales. Me había dado cuenta de que fuera en el porche techado había un enorme telescopio, me había propuesto aprender a usarlo ese mismo día.

- Maravilloso – dijo haciéndose eco de mis pensamiento. Ambos nos reímos y segundos después teníamos a Tamy y Joon Su frente a nosotros mirándonos curiosos.

- ¿Alguna de vosotras sabe cocinar? – preguntó Tae – a mi se me da genial hacer la colada y limpiar pero cocinar... soy nefasto y Joon Su tampoco es bueno por mucho que os diga – su amigo le miró indignado y Tamy me miró divertida.

- Ella es Chef – se chivó mi amiga. Los ojos de ambos se iluminaron esperanzados.

- De las comidas y las cenas me encargo yo, pero chicos... soy experta en comida española – les avisé.

- Me parece genial, es de las mas ricas y sanas del mundo – contestó Joon Su.

- ¿Has comido alguna vez comida española? – pregunté curiosa.

- Si, he estado en Madrid y Toledo de vacaciones – nos dijo.

- ¿Te gustó? – preguntó Tamy

- Me encantó, la comida, las ciudades y la gente – reconoció con sinceridad.

- Por cierto... si me permitís la pregunta... - ahí va mi amiga a lanzar la bomba, no le había contado la conversación que habían tenido los chicos cuando subían las escaleras – y sobre todo saberlo para no meter la pata con algún comentario – Tamy quería salseo... era una cotilla empedernida - ¿Sois pareja? – los dos se miraron sorprendidos.

- ¡No! – dijeron casi al unísono.

- ¿Y vosotras? – preguntó Tae acercándose un poco mas a mi en el sofá. Uff aquel chico me ponía nerviosa y yo nunca me ponía nerviosa.

- Tampoco – contesté – somos amigas de la infancia- y miré a Joon Su alzando las cejas "Te quedaste sin trio machote" dejaba dicho mi gesto.

- Que coincidencia, nosotros también – dijo Joon Su.

- ¿De donde sois? – pregunté sabiendo la respuesta.

- De Corea – respondieron al unisono.

- Que sepáis que nos robasteis el mundial... - les dije con un mohín. Los chicos se rieron y Tae nos reconoció que fue un partido raro... algo es algo.

La mañana paso muy rápido, mucho mas rápido que el sol y los cuatro hablamos de forma muy distendida durante dos horas, eran unos chicos muy divertidos y agradables. Habíamos tomado la decisión correcta al compartir la cabaña, aquella fusión resultó ser perfecta.

Hice la comida a las doce de la mañana, teníamos que poner ciertos horarios intermedios ya que ellos acostumbran a comer y cenar antes que nosotras y habíamos quedado en comer todos juntos.

Les encantó mi arroz con verduras que regamos con un vino español de lo mas rico. Les maravilló y se apuntaron la marca, preferí no decirles que aquella botella en España costaba cincuenta euros y que era posible que si la tenían en Corea el precio fuera cinco o diez veces mas.

- ¿A que os dedicáis? – nos preguntó Joon Su – bueno es obvio que tu eres chef – dijo refiriéndose a mi. Yo no le saqué del error, no me dedicaba a nada, solo me preparaba para heredar el negocio.

- Estudio administración de empresas – contestó Tamy. Hacia al menos dos años que había terminado pero estaba haciendo un master - ¿vosotros?

- Yo soy empresario, tengo una empresa que se encarga de gestionar la entrada de empresas extranjeras en el país, impuestos, visados todo eso – vaya... era posible que en algún momento me volviera a encontrar con él en mi nueva vida ya que la empresa de mi familia con la fusión y entrada en el mercado coreano podría necesitar ese tipo de asesoramiento.

- Yo... estoy desempleado – nos dijo Tae. La verdad es que me sorprendió.

- Mirad – dije saltando fuera del sofá donde nos encontrábamos Tamy y yo. El restó me siguió hacia las cristaleras.

Las auroras boreales habían aparecido como sacadas de una canción... me imaginaba escuchando a mago de oz bajo ese cielo estrellado... No hacia falta salir para verlo gracias a esos enormes ventanales. Aquellas vistas eran maravillosas los cuatro estábamos embobados, Tae rozo su brazo con el mío y una corriente eléctrica nos recorrió a los dos. Ambos nos miramos sorprendidos y acto seguido apartamos la vista cohibidos. Aquella conexión la habíamos sentido ambos, estaba claro que aquello se estaba poniendo interesante y peligroso.

Bajo la AuroraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora