Capítulo 13

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Tae

Valeria se había quedado dormida después del segundo asalto, su piel tostada sobre mis sabanas y su pelo moreno en mi almohada, todo encajaba, mi cama era su sitio. Tenia un pequeño pero fino tatuaje en la cadera, una llave, le preguntaría por ello cuando despertara.

El tiempo se había puesto fatal hacia muchísimo aire y la temperatura fuera había bajado. Miré el reloj que había sobre la cocina, ya habían pasado tres horas desde que Joon Su y Tamy se habían marchado. Cogí mi teléfono y les llamé.

- ¿Dónde estáis? – pregunté cuando descolgó.

- En Skadi, hemos comprado, pero no podemos volver, hay una tormenta de nieve o algo de eso – me dijo enfadado.

- ¿Podéis resguardaros en algún sitio? – le pregunté preocupado.

- Si, hay un hotel aquí, vamos a coger una habitación y en cuanto pare vamos para allá – iba a decirle que no tuviera mucha prisa en volver, pero lo pensé mejor y me callé.

- Ok, avisarnos si necesitáis algo – ofrecí sin mucho sentido.

- Pues si alguno de vosotros sabe parar la tormenta o teletransportarnos os lo agradeceríamos – bromeó.

- Me temo que os quedareis ahí aislados – le confirmé.

Valeria bajó por las escaleras llevando puesta mi camisa negra, no se había salvado casi ningún botón por lo que la llevaba abierta y solo sus braguitas rojas... era un puto pecado andante.

- ¿Qué pasa? – preguntó quitándome la botella de agua de la mano - ¿No pueden volver? ¿Están bien? Quizás debería encender mi móvil... - eso ultimo lo dijo mas para si misma.

- ¿Tienes el móvil apagado? – pregunté sorprendido, ahora que lo pensaba no la había visto nunca con el móvil en la mano. Solo con una Tablet.

- Si, odio que me molesten en vacaciones y mis padres son únicos en eso – me contestó con un mohín.

- No te preocupes, según Joon Su están en Skadi y han cogido una habitación de hotel, en cuanto pare vienen – le expliqué.

- Bueno... pues tenemos la casa para nosotros solos ¿Qué te parece la cocina como nuevo destino? – me preguntó acercándose a mi y recorriendo mi pecho descubierto con su dedo, no me había molestado en ponerme una camiseta, solo llevaba los pantalones de deporte. Me miró con esos ojos azules tan intensos y no pude negarme... tampoco es que quisiera hacerlo.

La subí sobre la isleta y comencé a besarla. Su boca era pura ambrosía, me encantaba deleitarme con su lengua y sus labios. Su aroma era magnifico, coco y canela una mezcla que me embriagaba.

Después de hacerlo en la cocina y sobre el sofá ambos caímos rendidos. Ahora entendía a Jimin, Hanna y él eran muy activos, demasiado, y en ocasiones se les escuchaba... yo era el que mas protestaba al respecto, no entendía como algo así podía ser tan intenso y es que nunca había estado con una mujer como ella, la mayoría eran demasiado tímidas, con demasiados complejos que no les dejaban disfrutar del sexo. Valeria era diferente en todos los sentidos, ella parecía tímida y tierna a veces, pero era como un animal enjaulado, era una fachada que no levantaba por su bien, si no para proteger al resto de ella.

- Valeria – intenté despertarla. Esa vez nos habíamos ido a la habitación que estaba desocupada, tenia una cama mas grande y era mas cómoda para los dos. Yo me había despertado antes que ella. Había que reconocer que eso de que fuera de noche todo el tiempo estaba empezando a cansarme.

- Mis amigos me llama V – me dijo mientras abría los ojos – creo que ya te puedes considerar un amigo... - yo no pude evitar reírme.

- Perfecto V – ¿Qué pensaría cuando se enterara de quien era yo? Reconozco que se me hacia raro llamar a alguien V. Tamy siempre la llamaba así y yo tardé un tiempo en acostumbrarme a no darme la vuelta cuando la llamaba por la casa a todas horas.

Bajo la AuroraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora