Bajo la Aurora

Capítulo 25

A la mañana siguiente se desató un infierno. Mi madre entró en el piso sin llamar y la estampa no fue muy favorable para mi.

- ¿Qué demonios haces? – preguntó mi madre desde la puerta de la habitación que abrió casi de una patada. Tae y yo nos sobresaltamos. Le había dado la contraseña para emergencias no para que pudiera entrar allí como y cuando quisiera.

- ¿Qué haces tú? – grité tapándome.

- Vístete y sal – gritó y volvió a cerrar.

- ¿Qué hago?¿Me quedo aquí o salgo y me voy? – me preguntó Tae.

- Creo que es mejor que te quedes en la habitación, no voy a tardar mucho.

Cuando salí vi que Min Ho estaba con ella y aluciné en colores. ¿Qué era esto?

- Min Ho ha venido esta mañana para decirme que estabas en tu piso con otro hombre que ayer le echaste de aquí acusándolo de algo muy grave solo para estar... follando con ese – dijo con muy mala saña señalando a la puerta cerrada de mi dormitorio. Aquello era lo ultimo que me faltaba por oír.

- ¿Te dijo Min Ho por qué le eché fuera? – le pregunté, pero una ligera y casi imperceptible sonrisa en la cara de Min Ho, me puso alerta – mama, intentó violarme – le confesé. La reacción de mi madre no era en absoluto la que me hubiera imaginado. Me miró con rabia y desaprobación.

- Ya me dijo Min Ho que dirías algo así, ya me dijo que le amenazaste con que si contaba algo sobre tu amante me dirías eso... - ese hijo de puta había jugado sus cartas mucho mejor de lo que jamás hubiera podido hacerlo yo, era todo un manipulador.

- Creo que no te he mentido nunca como para que dudes sobre lo que te estoy diciendo ahora, mama – dije con lagrimas en los ojos, vi cierta vacilación en los suyos, pero siguió firme.

- Vas a casarte con Min Ho como se había acordado, te recuerdo que tú estabas de acuerdo y diste tu palabra – vi como Min Ho esa vez sonreía ya sin ningún tipo de filtro. Estaba disfrutando aquello.

- No lo voy a hacer y nadie va a casar a una novia que llega al altar atada de pies y manos y así... así es como vas a tener que llevarme si quieres que me case – la ira de mi madre estaba al rojo vivo, pero la sonrisa de Min Ho no vaciló y eso no auguraba nada bueno.

- Si no quieres que tu... tu polvo el cantante lo pierda todo vas a casarte – aquello que me dijo mi madre no solo no me lo esperaba, sino que jamás hubiera pensado que esa mujer que se supone que me dio a luz y que me quiere, iba a chantajearme de esa forma. Por suerte Tae no estaba entendiendo nada de lo que estábamos hablando.

- Si se os ocurre hacer algo así, considérame muerta para la familia – las lagrimas picaban en los ojos.

- Si atacarlo a él va a hacer que entres en razón, no dudes que lo haré – mi madre se había vuelto loca. Se giró y se marchó. Min Ho se acercó a mi y habló bien alto para que Tae escuchara.

- Voy a tenerte gimiendo en esa cama en cuanto te quite el vestido de novia – lo dijo en coreano y Tae no tardó ni cinco segundo en salir por la puerta con mirada asesina, tuve que ponerme en medio para que no le destripara.

- No hagas nada – le grité sujetándolo – es lo que quiere, esta provocándote para que hagas alguna estupidez.

- ¿Ves ese balcón? – le pegunté a Min Ho mirando hacia el ventanal que había en el salón. Mi pregunta le dejo fuera de juego – pues antes me tiro por ahí que estar en tus manos – pensé que aquello le amedrentaría, pero dijo algo que nos heló la sangre a Tae y a mi.

- Prefiero ver tu bonito cuerpo estampado contra el asfalto que tocado por él – estaba loco el muy hijo de puta. Esa vez fue Tae el que me sujetó porque me lancé a su cuello para arrancárselo.

- Lárgate – le dijo Tae. Min Ho sonrió con autosuficiencia y se marchó.

- Estoy en un buen lio – le dije mientras nos sentábamos en el sofá. Le conté todo lo que había dicho mi madre.

- Creo que se quien nos puede ayudar a pensar – me dijo él abrazándome – vamos a hablar con Namjoon, seguro que él sabe que hacer - me abrazó mucho mas fuerte - él siempre sabe que hacer - se dijo mas para si mismo.