Capítulo XX

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Yan_skyblue.

Capítulo XX

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Capítulo XX.

La carta de William para reunirse y comenzar su vida juntos, no llegó.

Laura esperó pacientemente por dos semanas ser contactada luego que supo que Will fue enviado a Bristol por orden del duque; primero odió a Henry, luego lloró no haber sido notificada aquella noche en que entregó su corazón y su cuerpo, luego el miedo se apoderó de ella, las dudas le cayeron encima como una cascada fría, entonces los días se le hicieron semana, las semanas en un mes, las ilusiones en oscuridad y su vida en un mal chiste.

Laura veía con nostalgia por la ventana escuchando a su madre recitar la carta del duque de Kent quien había aceptado cortejar a la joven, ella simplemente quería escapar de ese mundo tan horrible que amenazaba con volverla loca de pena. Deseaba ver a Kate, lastimosamente con la sirvienta espía de su madre era poner en peligro a sus seres queridos, estaba atrapada, completamente presa del monstruo que le dio la vida y creía por ese hecho tenía el derecho de hacer de esa existencia infeliz hasta su muerte.

En uno de esos tantos días donde las ganas de llorar se acumulaban en su dolorido pecho, llegaron malestares estomacales como acidez y náuseas, a dos meses de la partida del amor de su vida y ese silencio que no comprendía algo nuevo llegaba a su vida. Ágatha suspiró sobando el cabello de Laura, ya la pobre no lloraba, solo se sumergía en sus oscuridades de las que ni su hermano ni su amiga Margaret podían sacarla. Entre los malestares, la palidez de Laura, la insistencia de Louise al matrimonio de su hija mayor y la repentina caída del abuelo Albert por las escaleras donde casi de milagro no se fracturó ningún hueso, pero debía guardar reposo, Ágatha iba de un lado para otro tratando de dar lo mejor en pro de esa familia que le necesitaba, fue en esos días en que el pequeño Robert se sintió más solo que nunca.

Dos meses y dos semanas fueron suficientes para que una luz al fin llegara a ese deprimido hogar, la sirvienta que servía a Lady Louise en Apsley House fue despedida sorpresivamente. Laura escuchó tras la puerta como su madre discutía con la infausta, de repente hubo un ruido fuerte; apenas y tuvo tiempo de correr y llegar a la esquina donde el pasillo se dividía en dos rutas, Louise salió de la habitación donde fue su reunión clandestina a tan altas horas de la noche, bajó los escalones tranquilamente. Laura caminó en dirección a la habitación de nuevo, la puerta estaba abierta y vio a la mujer tumbada en el piso ensangrentada con la cabeza partida, el cuerpo entero de la joven tembló, retrocedió asustada pero se topó con su madre.

—Espiar no es propio de las damas hija mía — Louise le tomó del codo, la hizo entrar y cerró con seguro la puerta —. ¿Quieres saber lo que hará madre con esta imbécil?

—Nno yyo…

—Entonces madre te enseñará a sobrevivir.

Su madre se agachó, levantó la cabeza de la mujer por los cabellos y con un cuchillo para carne le cortó el cuello de lado a lado, la sangre que se escapó por la vena salpicó el bonito vestido de Laura quien retrocedió espantada hasta terminar contra la pared. Observó a su madre enloquecida acuchillar el cuerpo inerte de la ex sirvienta una y otra vez, en ese momento Laura supo que la muerte de su padre no fue un accidente desafortunado, no, fue un asesinato perpetrado por la lunática que acuchillaba a la muerta sirvienta.

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