Capítulo XXVI

2.2K 255 29
                                    

Tu Error.
Yan_skyblue

Capítulo XXVI

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Capítulo XXVI.

—¿Nos casaremos?

—Sí.

El mundo dejó de tener sentido en ese momento, las pupilas de Laura se movieron erráticas viendo los ojos verdes del marqués, él no estaba bromeando, lo había dicho enserio porque esa expresión era totalmente nueva, era como si se metiera en ti para paralizarte por completo, tuvo que usar su autocontrol para no confesarle sus pecados y aceptar su loca petición de matrimonio.

—¿Su excelencia está seguro de dar este paso?— no se imaginaba a sí misma siendo esposa ahora, mucho menos esposa de alguien como él, alguien que aunque no lo pareciera era completamente maravilloso y merecedor de un amor igual de maravilloso.

—En realidad, lo he deliberado demasiado tiempo y la conclusión es siempre la misma— le pidió sentarse a su lado en la cama.

Sus respiraciones revolotean en el espacio casi vacío envuelto en penumbras, solo la tenue luz del fuego en la chimenea les permitía no perderse en las obras oscuras tanto del lugar como de sus adentros. Laura tomó asiento justo al lado del marqués, se impresionó un poco al sentir la mano del caballero sobre la suya, sin guantes, estando ellos dos solos. Se rió para sus adentros porque no debería pensar en esos detalles, ella ya no era una señorita respetable, únicamente era una mujer tonta que cayó en las palabras de un libertino, por más ridículo que eso sonara.

—¿Cuál es la conclusión, su excelencia?

—Lo mejor es casarnos— sus ojos fijos en algún punto de la habitación no notaron el momento en que Laura se le quedó viendo, como si le dijera con sus ojos que eso era impensable.

—¿Por qué?, ¿por qué necesita que una mujer como yo se case con usted?— preguntó aún sin entender nada, en su cabeza no podía encontrar una razón lógica detrás de ese matrimonio, ella no tenía nada para ofrecerle y demasiado qué tomar de su maravillosa generosidad, si le hubiera pedido ser su querida ocasional estaría menos incómoda porque sería más lógico ser tratada de esa forma.

—Porque es hermosa y me ha cautivado— volteó, ahora sus miradas se cruzaron, algo en el corazón de Adam se removió.

Laura apretó los labios conteniendo la respiración. Adam la ponía en extremo nerviosa y tensa al tiempo que luego podía ponerla molesta o contenta.

—No diga sandeces marqués — se burló para restarle importancia a esas palabras, era obvio era otra de sus bromas raras —, dígame la verdadera razón.

Adam se decepcionó un poco que lo que dijo no era más que un chiste para Laura y ella no lo veía ni siquiera como un hombre que podría llegar a su corazón, simplemente alguien que le fastidiaba o la hacía reír y le ayudaba en un momento difícil. Lastimosamente para él, William mató los buenos sentimientos de la dama, sus ganas de experimentar el amor y por supuesto esa belleza que brinda ir descubriendo poco a poco a la persona amada mientras entregas tus propios secretos.

Tu ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora