εἴκοσι ένα

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Se me olvido actualizar, una disculpa

Maine
Diciembre 15 2007

No pasó mucho tiempo hasta que las cazadora hubieron terminado de recoger sus carpas, desarmándolas tan rápido como las habían alzado y con tal habilidad que cualquier persona se pondría celosa, pero no era el caso de Percy, sus prioridades... simplemente eran otras, sentía la ansiedad carcomerlo cada segundo que pasaba, sentía los nervios de lo que fuera a pasar en los siguientes días, y aunque sonara egoísta no era solo por que le preocupaba que Annabeth estuviera a salvo.

A su lado Grover lo veía preocupado, y con lastima, debido a que podía sentir sus emociones y sabía exactamente que pasaba por su mente, algo que no les gustaba mucho al hijo de Poseidón, no le gustaba la idea del sátiro sintiendo sus emociones, no solo por que lo consideraba una intromisión en su privacidad, si no por que sabía que sus emociones podían descontrolarse en cualquier momento, haciéndolo perder la cabeza, el control e incluso la memoria de lo que sucede en esos momentos, aunque  recientemente había estado empezando a recordar los sucesos, como por ejemplo lo que había pasado la semana anterior.

Por su parte Thalía miraba el horizonte a la espera que la luz del sol empezara a hacerse presente sobre el mar, Nico estaba aún lado de brazos cruzados, no se veía muy feliz lo que indicaba que ya había hablado con Bianca sobre su decisión de unirse a las cazadoras, y que aparentemente no lo había tomado nada bien, probablemente no le gustaba la idea de separarse de Bianca, aunque Percy sabía que tenía más que ver con el hecho de perder a la única persona que conocía, la única persona que se había preocupado por el, eso le causó culpabilidad a Percy.

Hasta que finalmente se vio un destello verde, un rápido haz que indicaba la salida del sol, y como prueba no pasó más de una milésima de segundo antes que el primer rayo se asomara por la línea que dividía el oscuro firmamento que era el mar y el cielo nocturno, Percy se levantó del suelo guardando la gorra de los Yankees en su bolsillo, había estado jugando con ella en un rincón sintiendo el penetrante frío atravesar sus dos capas de abrigo, Percy la había recogido al terminar de hablar con Artemisa, encontrándola Justo donde había quedado la primera vez, Percy se levantó y antes que lograra reaccionar la diosa se había detenido a su lado con su partida de caza detrás de ella, Percy volvió a repetir la pequeña conversación hasta que el calor y el brillo fueron demasiado como para ver.

Cuando Apollo apareció por fin bajando de su Masserati Spider descapotable rojo, su cabello rubio rojizo con un color muy similar al color del Oro rojo, sus ojos azules como el cielo que se empezaba a iluminar a sus espaldas, llevaba mocasines, una camisa sin mangas, tejanos y su sonrisa amable, aunque cualquiera que lo conociera sabía que era uno de los dioses más vengativos, en especial cuando se trataba de azotar ciudades, Percy frunció el ceño cuando al pasar Apollo su vista en la multitud que lo esperaba entrecerró los ojos al verlo a el.

"Que calor irradia ese tipo" masculló Thalía a lado de Percy, este desvío su mirada rápidamente hacia ella en el momento en que se le ocurría algo, mientras lamentaba no haberlo entendido la primera vez, al menos ahora podía aprovechar para irritar un poco a la hija de Zeus.

"Sorpresa, es tu hermano" masculló Percy con una sonrisa ladina y un tono burlón, un escalofrío parecía recorrer a Thalia antes que sus pies la alegaron un par de centímetros al sobresaltarse, Percy sonrió ante su reacción ignorando por completo la plática de los dioses que sucedía a escasos metros de ellos dos.

"Enserio Percy? Tienes que sacar eso a relucir?" Replicó la hija de Zeus irritada, Percy no pudo evitar sonreír victorioso antes de recibir un fuerte golpe en su brazo, cortesía de la enojada hija de Zeus a su lado.

"Perdón eh, solo digo los hechos" agregó el y Thalía parecía apuntó de replicar pero fue interrumpida por un Haiku siendo recitado, los dos se voltearon viendo el origen de este, mientras Percy ya se lo esperaba y no estaba nada sorprendido, Thalía por otro lado intentaba procesar lo que había escuchado, Apollo pareció notar que ellos dos habían dejado de discutir y miró a verlo con una sonrisa de oreja a oreja como si esperara un aplauso.

Percabeth: La historia tiende a repetirseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora