Percabeth: La historia tiende a repetirse

Lord Of Shadows

New York
Octubre 31 2007

Aquella noche Percy regresó a casa más tarde de lo habitual, Annabeth lo había convencido de salir a pasear por las calles de New York, al parecer quería recorrer la Grandes avenidas abarrotadas de tiendas con decoración de halloween, y aunque Percy no se había mostrado muy optimista con la idea al final accedió pues ella insistió e insistió, incluso argumentando que quería que Thalía viviera un halloween normal después de seis años convertida en árbol, Percy al final terminó accediendo a regañadientes y mientras pasaban comprendió que no solo era por Thalía, Annabeth tampoco había pasado muchas festividades fuera del campamento, y no conocía New York a pesar que ahora estuviera estudiando en un internado de la ciudad.

Percy disfrutaba de ver a Annabeth y poder convivir con ella, como había hecho en la línea original, y aunque nunca lo aceptaría también disfrutaba la compañía de Thalía, sin embargo le preocupaba las miradas que la hija de Athenea le daba, miradas curiosas como si esperara que Percy revelara algo en cualquier momento, pero el hijo de Poseidón había estado demasiado ocupado sintiéndose incómodo, sintiendo que sobraba entre ellas dos, después de todo eran dos amigas que querían recuperar el tiempo perdido, un tiempo, no podía evitar sentirse incómodo por más que Annabeth intentaba que el y Thalía se llevaran bien, aunque también sentía que ella simplemente no quería perderlo de vista, quería asegurarse que el estuviera bien, probablemente por que una vez que ella lo llamó Percy estaba perdido en medio del bosque de Malhuer, algo que seguía sin ser recuerdos placenteros para el hijo de Poseidón, la imagen y el olor de los cadaveres fungicos era desagradable.

Así que ese día Percy se permito disfrutar, se permitió vagar por las calles de New York con la compañía de Annabeth como si fuera un adolescente más, un mortal común y corriente sin un ejército de dioses marinos en marcado rápido y un par de primordiales listos para sacarlo de cualquier situación, y aunque Thalía también los había acompañado a Percy no le importo, aunque hubiera preferido estar a solas con Annabeth no le molestaba en lo absoluto la actitud de Thalía, incluso había llegado a parecerle entrañable a pesar que era obvio que ella no le había agarrado cariño del todo, probablemente era su vena de hermana mayor queriendo proteger a Annabeth a toda costa, por lo que estaba casi seguro que la hija de Zeus se sintiera incómoda al estar entre Percy y Annabeth, pero a él no le importaba en realidad, solo quería disfrutar el momento en que no tenía que preocuparse por los dioses que intentaban hablar con el o por alguna clase de problema en el Mar, si en la otra línea del tiempo las criaturas contaban con el para salvarlas en esta era mucho peor, Percy casi podía escuchar los gritos de las langostas en los restaurantes, podía escuchar las súplicas de camarones y cangrejos, de mejillones y percebes, escuchaba a los cefalópodos y peces clamar por salvación que nunca llegaría, pero aunque le gustaria ayudar no podía hacer nada, había decidido no meterse en problemas de los mortales, al menos no aún.

Sin duda así no es como Percy había pensado pasar la noche de Halloween, tampoco es que hubiera planeado algo, había esperado que su mamá decidiera cocinar algo especial y tal vez contarle de los avances de sus libros como hacía casi cada noche, esta vez lograba darle consejos útiles a su madre, recordando el éxito que habían tenido las novelas al ser publicadas, Sin embargo se vio obligado a salir, y aunque esta vez no había nada que le preocupara en el mundo mortal ya, nada de lo que pudieran hacer le asustaba, pero aún así la facilidad con la que los mortales podían representar escenas de guerra y muerte le alarmaba, Le aterraba más saber que esa misma creatividad podía ser explotada por algún primordial que representaba emociones negativas para corromper su alma y convertirlo en un monstruo, aún no comprendía eso del todo pero sabía que era posible, y temía encontrarse con alguna prueba de eso.

Por suerte para el no se encontró con nada de eso, sin importar cuando hubiera estado viendo en los oscuros callejones, pero eso no le ayudó a calmar sus nervios, en especial por que la hija de Zeus pareció captar su nerviosismo y aprovechó cada oportunidad que tenía para intentar asustarlo, pero poco sabía que a Percy ya no había nada en el mundo de los mortales (a menos que se tratara de una guerra nuclear) que lo asustara.