τέσσερα

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Camp Half-blood

Las horas siguientes pasaron de manera similar, aunque con unos pequeños cambios que Percy esperaba no influyan mucho en la historia, Percy continuo hablando con Annabeth, no podía evitarlo estar con ella era como una droga, era imposible para el pensar en otra cosa cuando la tenía enfrente, cuando quería ponerse a sus pies y rogar perdón por no haber podido salvarla, pero el sentido común en su cabeza se lo impedía, no tenía sentido hacerlo, no importaba ya, ella no lo sabía, y de todas maneras nunca iba a pasar, ademas, si lo hacía estaba seguro que Annabeth lo vería como si hubiera perdido un tornillo, pero había momentos, instantes en los que sus conversaciones se dirigían a otros puntos (pues así lo intentaba Percy) en los que Annabeth parecía canalizar a la otra Annabeth aunque todo regresaba a ala normalidad tan rápido como sucedía.

Percy se sentía miserable por eso, parecía que las morías le daban un poco de esperanza solo para burlarse de él, apostaba a que cada vez que lo hacían se ponían a llorar se risa pensando 'mira a este pringado', aún así intentó con todo lo que podía estar cerca de ella, no importaba su mirada desconfiada y analítica que parecía querer sacar hasta el más mínimo se reto de su mente.

En fin, todo continuo como antes, cuando Percy se acercó a las nayades estas le sonrieron tentándolo a acercarse, Percy sabía que podían sentir el poder Del Mar en el, asi como el sentía el de ellas al haber aprendido más sobre su naturaleza, sin embargo y como la última vez no tuvo tiempo de hablar con ellas pues Annabeth lo detuvo, pero esta vez su comentario fue dicho de una manera diferente, pues cuando la primera vez sonó indiferente esta vez tenía un extraño tono de celos, algo que nuevamente ilusionó a Percy, pero sabiendo mejor lo dejó ir.

Hablaron de dioses y Percy aprovechó para burlarse un poco de Athenea, puede que le tuviera un poco de respeto pero aún no le perdonaba sus primeras interaccionar, Annabeth no se lo tomó muy bien pero parecía más liberal con el hecho de quejarse de los dioses, algo que preocupó un poco a Percy, hablaron de como trataban a los semidioses y de lo que hacían para divertirse, incluidas las bromas practicas que Percy pensaba aprovechar, en especial por algo que tenía planeado e involucraba a un perro del infierno.

Hasta que finalmente se separaron cuando el cuerno de la cena sonó, Percy se acercó a Luke decidido a averiguar todo lo que podía antes que salga de misión, tal vez no podía dejarlo en evidencia, pero podía ponerlo nervioso, podía hacer que se vuelva descuidado y divertirse un poco por eso, y cuando todo terminó, cuando por fin todos se acomodaron para dormir y el toque de queda se impuso, cuando las arpias empezaron a recorrer el campo Percy decidió poner la primera parte de su plan, mientras todos en la cabaña de Hermès dormían el se escapó, tenía que hablar con alguien, tenía que reunir a su primer aliado, solo esperaba que ella lo escuche.

Percy camino lentamente entre las cabañas, esquivando a las harpías que olisqueaban el aire en busca de él, pero para suerte suya tenía una ventaja, su olor era tan potente que había quedado impregnado en todo el campamento, ademas, al oler como el mar y estar cerca de este le era más fácil escabullirse, pasó detrás de la cabaña 9, escondiéndose en una columna de la 7 y haciendo un dibujo con lodo en la 5, al pasar por la tres dejó una silenciosa plegaria antes de llegar a su objetivo, la hoguera de Hestia.

Al llegar Percy vio la pequeña flama que luchaba por mantenerse ardiendo, lentamente se acercó rodeándola y fijándose en los carbones que ardían sin cesar, se agachó enfrente y con cautela acercó su mano peligrosamente, las llamas parecieron sentirlo brillando con más fuerza

"Hermoso... cierto?" Replicó una voz a su lado, Percy sonrió para sus adentros antes de voltearse, una niña con una capa marrón y unos brillantes ojos naranjas se había sentado a su lado sobre un tronco con su vista fija en la hoguera, Percy bajo la mirada en señal de respeto algo que la diosa no pareció comprender pues dijo: "No temas Perseus... no te lastimare" replicó ella tomando una pequeña rama y atizando el fuego.

Percabeth: La historia tiende a repetirseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora