εἴκοσι τέσσερα

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Cloud Croft, Nuevo México
Diciembre 18 2007

Cuando Percy abrió los ojos el sol ya se había elevado nuevamente, parpadeo un par de veces acostumbrándose a la luz, y pronto not que estaba en el suelo, el frío suelo cubierto de Nieve, Percy se incorporó rápidamente descubriendo que tanto las cazadoras como Thalía ya habían despertado y hablaban, Grover se estaba levantando a su ladeó recuperando la conciencia lentamente al igual que el, Percy maldijo a Apollo en silencio, no podía dejarlos en un lugar más decente al menos?

"Mira nada más, el bello durmiente despertó" masculló Thalía al verlo, lentamente caminando, acercándose a él y extendiéndole su mano para que pudiera levantarse, Percy río entre dientes aceptando la ayuda de su prima, en el momento en que sus manos se tocaron Percy sintió la estática recorrer su brazo, el poder eléctrico de la hija de Zeus en todo su esplendor, y con muy poco control que ella podía ejercer sobre el.

"Hubiera sido mejor que me despertaran hace rato, habríamos empezado a avanzar" musitó Percy sacudiendo la nieve y el lodo de su ropa, el abrigo de piel de León no pareció agarrar tierra, no parecía mojarse, algo que Percy agradeció, una de la desventaja de no poder mojarse (a menos que ello quiera) era que cuando su ropa se mojaba la sensación era demasiado extraña como para soportarla.

"Acabamos de despertar, parece ser que fuimos obligados a descansar" se quejó Zoë sin dirigirle la mirada a Percy, aunque sin su ya común tono pasivo-agresivo, sus ojos clavados en el sol que se elevaba por el este, cerca de el aún se podía ver los remanentes de la Luna, su silueta blanquecina que se negaba a salir del plano, Thalía frunció el ceño como si le molestara que la cazadora se mostrara amigable con Percy, o probablemente sorprendida por lo mismo.

"Así que aparte de dejarnos en medio de la nada Apollo nos dejó inconscientes" añadió Percy sarcásticamente, Zoë rodó los ojos al pensar en el dios del sol, así como a todos los dioses masculinos del panteón griego no le tenía mucho cariño, aunque ni era mejor cuando era Romano, pero claro que sabía Zoë de los Romanos, aún después de milenios de existencia los dioses, y por lo tanto las cazadoras mantenían sus distancias con ellos, era muy poco común que los visitaran, y si lo hacían era solo para reclutar, nunca se quedaban, Thalía miró a Percy como si le hubiera salido un tercer ojo.

"Tu también sabías que era Apollo? También Grover lo sabía?" pregunto ella comprendiendo hasta ese momento que ella era quien menos sabía de lo que sucedía, quien menos información tenía, y eso no le gustaba nada, el sátiro se acercó a ellos sosteniendo uno de sus zapatos en su mano mientras lo sacudía, le había entrado nieve y se guabina humedecido, algo no bueno para sus pezuñas.

"Era un poco obvio, Línea del Sol del Oeste? No el nombre más crea..." empezó Grover pero se detuvo al ver la mirada asesina de Thalía, trago sonoramente "no he dicho nada" agregó en un hilo de voz mientras volteaba a ver a Percy en busca de Apoyo, el hijo de Poseidón rio, una corta risa, Thalía rodó los ojos y soltó un bufido, miró a su alrededor antes de soltar un gruñido.

"Estupendo, ni Estación de Autobuses ni taxis ni coches de alquiler, No hay salida" dijo Thalía haciendo una mueca, Grover miró alrededor para confirmar sus palabras, su vista se detuvo en un edifico con mesas en su interior.

"Hay una cafetería" remarcó el sátiro apuntando al edificio, al instante todos voltearon, unos cuantos estómagos gruñeron y los ojos de Zoë relucieron por un segundo, se volteo a los demás.

"Ustedes dos vayan por comida" ordenó ella señalando a Percy y Bianca, Percy asintió comprendiendo que esta era su oportunidad, por su parte los otros tres miraron confundidos en parte por que Zoë dejara ir a Bianca con alguien que no fuera ella y en parte por que ese alguien fuera Percy "Nosotros tres buscaremos como salir de este maldito pueblo" añadió Zoë señalándose a ella y a los otros dos, se volteo a Bianca y saco unos veinte dólares "Bianca cómprame un café, siento que me voy a desmayar en cualquier momento" agregó, Bianca tomó el billete y lo guardo en uno de los bolsillos internos de su parca de cazadora, Thalía parecía querer replicar algo pero se abstuvo dejando que la teniente de las cazadoras los llevara hacia la tienda de comestibles.

Percabeth: La historia tiende a repetirseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora