𝐅𝐢𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐝𝐚 ꒰ChanIn꒱
Donde Jeongin venía de una familia demasiado humilde y no lograba cumplir los estándares de omega ideal al ser rebelde e idealista, mientras que Chan venía de una familia muy adinerada y llevaba una vida tranquila. Sin...
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Pasarían otro año en la misma clase, como siempre a Chan le tocó sentarse con Félix, pero lo que emocionó a ambos fue que Jeongin se encontraba justo detrás de ellos, le tocó sentarse con Jisung, un adorable Omega, bastante reservado.
Félix renegaba para sus adentros, odiaba que estos estén tan cerca.
Las clases comenzaron con total normalidad, nuevamente en el recreo ambos no dejaban de hablar, Félix no tenía de otra que irse del salón.
Los días pasaron, Jisung llegaba a unirse a su conversación, Jeongin le había comenzado a hablar mucho también.
—Bien, niños, saquen sus libros, revisaré la tarea sitio por sitio —dijo una maestra de terrible humor.
Todos hicieron caso de inmediato, el corazón de Jeongin se detuvo al notar que no había llevado consigo ese libro, puso su rostro contra la mesa, sabía que la maestra le gritaría, todos estaban ya listos y la maestra se acercaba.
—Jeongin, ¿dónde está tu libro? —preguntó Chan, suspirando al notar que este no tenía nada en su mesa.
—Lo olvidé, Channie. Dios, no sé qué me pasa, me va a matar —decía con mucho miedo en la voz.
Félix sonrió al escuchar aquello, este le tenía ya demasiado desprecio acumulado a Jeongin.
La profesora se acercaba, Jeongin sentía su corazón latir rápido, en eso vio como Chan colocaba su libro en su carpeta en la página que revisaba la maestra, esta llegó a su asiento.
—Chan, ¿dónde está tu libro?
—Lo olvidé maestra —soltó con tranquilidad.
—Mmm, tú no eres de olvidar tus cosas, Chan —dijo con poca molestia.
—Lo sé, maestra, no volverá a pasar —le sonrió de manera encantadora.
La maestra sólo suspiro.
—Espero sea la primera y última vez, Chan —dijo tranquila.
Jeongin estaba perplejo, la maestra se acercó hacia él, reviso su cuaderno notando que todo estaba bien resuelto y ordenado. Le sonrió. Este solo asintió con la cabeza controlando sus nervios.
Tras terminar de revisar sonó el recreo y esta se fue.
—¿Por qué hiciste eso, Chan? —preguntó nervioso y sorprendido.
Aún todos se encontraban acomodando sus cosas para salir al recreo.
—Porque no iba a dejar que te griten bebé —respondió sonriendo.
—Pero... Channie, no tienes que hacer algo así, yo...
Chan se acercó y dio un corto beso en su frente.
—Lo haré mil veces más si es por ti, Innie —sonrió.
Félix odiaba todo esto, sabía que Chan en la vida haría algo similar por él.
