✩。: No te apagues

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—Chan

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—Chan... Tu madre está afuera —musitó con nervios al ver que este se le acercaba.

—No nos dirá nada —dijo subiendo sobre él—. Aparte... Ya eres mío, Innie, podemos hacerlo sin problemas.

Jeongin se sonrojaba mucho por lo que decía Chan.

Empezó a besar la marca suavemente, Jeongin se dejaba llevar por los labios de Chan. Rodeaba aquel collar, se lo logró quitar. Quería tener más acceso a su cuello. Empezaba a rozar su erección con la de Jeongin.

—Channie, yo... Tengo una pregunta —habló, haciendo que este se detuviera.

—¿Qué pasa, Innie? —preguntó aun repartiendo besos por su cuello y mejillas.

—Tú... Tú, mmm...

—¿Mi qué? —preguntó parando y tomando su quijada.

—Tu... Eso —susurró, mirando su miembro, esto hizo que Chan soltara una carcajada.

—¿Qué pasa con "eso"? —volvió a preguntar muy cerca de sus labios.

—Cuando es tu celo... Eso... Crece —musitó con las mejillas en extremo rojas.

—Y dime... ¿Así te gusta? —indagó, mientras continuaba moviendo su pelvis excitando mucho a Jeongin.

—Mghmm~ Channie —sus gemidos eran muy suaves. Chan continuaba con los besos por su marca mientras con una mano bajaba el pantalón de Jeongin.

Quito por completo la ropa de Jeongin. Los besos no paraban, Chan quería más, rápidamente se desnudó.

—Mi bebé hermoso —miraba el cuerpo de Jeongin con adoración. Sus miembros erectos se rozaban de manera deliciosa. Chan lo tomó y lo volteó boca abajo.

—Channie... —empezó a delinear con su mano por el hermoso cuerpo de Jeongin, pasaba por su espalda haciendo que este se arqueara ligeramente, amaba la forma tan curvada de su cuerpo. Era perfecto.

Pasó sus manos por sus redondos glúteos. Beso con delicadeza por su hombro.

—Amo tu cuerpo, Jeongin —por primera vez compartían aquel momento sin estar en celo, simplemente era Chan y Jeongin amándose.

Su erección rozaba los glúteos de Jeongin. Su ano comenzaba a lubricar aquel líquido.

—Chan~... Hazlo —musitó desesperándose.

—¿Qué tanto lo quieres, Innie? —dio una fuerte nalgada haciendo que este cubriera su boca para evitar gemir fuerte.

—Mghmm... mucho, Chan, lo quiero mucho —mordía uno de sus dedos, no podía aguantarlo.

—No quiero que te contengas, Innie —dijo, sujetando con fuerza uno de sus glúteos—. Quiero escuchar tus deliciosos gemidos...

Empezó a adentrar su miembro en Jeongin. Este se sujetaba fuertemente de las sábanas.

Luz de luna ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora