Capítulo 33

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14 de febrero...

Ivanha

El momento estaba a minutos de empezar. Ethan me ayudaba a organizar a todo el personal, Peter se encargaba de ayudar junto con las chicas a organizar todo el fondo musical, estaba todo listo, solamente faltaba esperar que se diese la hora de abrir aquellas puertas color caoba donde se encontraba una fila de gente esperando entrar.

Me encontraba en mi oficina observando detalladamente la alfombra con diseños geométricos en colores cálidos y muy vivos, la cual fue hecha por Sídney, los cuadros de fotos colgados en la pared donde podía apreciar a cada persona que me ha apoyado a llegar hasta aquí, revisaba el reloj en mi muñeca cada cierto tiempo y cada que la hora se hacía más cercana mi ansiedad comenzaba a ascender.

—Si dejaras de ver la hora estarías más tranquila, Jones.

Me volteé a observar fulminantemente a Thomas, quien se hallaba muy tranquilo, recostado sobre el arco de la puerta, con esa sonrisa plasmada en su rostro. ¿Por qué tiene que ser tan apuesto? Sacudí mi cabeza para no dejar que este tipo de pensamientos sigan llegando a mi mente. Agh, nunca imaginé llegar a pensar de esa manera de él.

—¿Vienes a darme apoyo moral o...?

—Andas muy alterada.

Alce una de mis cejas, ¿yo alterada?

—Pff, gracias por el apoyo moral querido.

—No hay de que—Responde haciendo una pequeña reverencia. Muy chistosito.

A este hombre le gusta jugar con fuego...

Voltee sobre mi eje en busca de un pequeño espejo para observarme por última vez, antes de salir y poder cortar el listón de color carmesí que yacía entre las dos grandes puertas del restaurante. Respire profundo y me volteé para encontrarme con el chico de ojos azules con un gran destello en ellos, me acerque y lo tome de la mano para que me siguiese el paso hasta la entrada principal.

—¿Lista? —Preguntaba ansioso por poder entregarme las tijeras en color bronce.

—No—Solté con una sonrisa nerviosa, él me observó como si estuviera bromeando.

No lo estaba haciendo, lo juro. Mis neuronas estaban en crisis y corrían de un lado a otro por no poder controlar el manojo de emociones encontradas por el momento.

—Ya es el momento, no puedes dar vuelta...

—¡Dame las tijeras!—Lo interrumpí rápidamente.

Él solo rio por mi respuesta y las colocó en una de mis temblorosas manos, sonreí a la gente esperando y, a la gran cantidad de paparazzi que se colaban entre la gente (Culpa del famoso a mi lado). Corte el lazo de manera lenta, escuchaba los gritos de emoción de mis amigas y mis familiares, veía a mis padre y mis ¿suegros?... —Creo que los podría llamar así—, y así fue entre tantos momentos de subida y picada de emociones, cansancio, noches sin dormir y unas cuantas discusiones después que yo, Ivanha Rose Jones, abrí mi primer restaurante.

Y justo el día de San Valentín.

La gente entraba y observaba la decoración del salón, una gran mezcla de ambientes. Hogareña, moderna y muy artística, la música en vivo comenzaba a sonar de fondo y todos íbamos a nuestros lugares. Guiaba cada orden, como también me aseguraba que la música les gustara a los comensales y tomaba sus sugerencias, música clásica, romántica, incluso pop. Caminaba entre las mesas, oyendo los cumplidos de algunos clientes para cuando se abrió el telón del pequeño escenario del gran salón dando a relucir el piano de tono oscuro, la hermosa rocola relucía en colores vivos y con un diseño único hecho por Ethan y, por igual, salían a relucir el par de chicos rubios yendo cada uno a un lugar.

Una chef novataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora