Capítulo 7

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Si de las malas ideas se hiciera un concurso, sin concursar ya yo sería ganadora. Mi terquedad me acompaña desde hace mucho tiempo lo que me ha llevado a este instante. Me encontraba saliendo de la piscina y vaya baño, me acabo de dar, en estas fechas el frío es inminente, temblando de frío me abrace a mí misma para impartir algo de calor a mi pequeño cuerpo.

Se escuchaba una estruendosa risa, voltee mi mirada donde me encuentre con la misma persona que me llevó a cometer semejante idiotez sin añadir que aún no me recuperaba al cien por ciento de mi jaqueca.

—¡Peter!—Se escuchó un grito.

¿Pe...? ¿Peter?

Mi mirada se posó en ambos sujetos frente a mí, uno en pijama con su cabello algo despeinado y el otro con su ropa casual con una gran sonrisa adornando su rostro, pase mi vista de uno al otro sin entender nada, no creo lo que veo.

—Toma—Uno de ellos me tiende una manta—Abrígate o si no te puedes resfriar.

—Gracias—Agradecí poco confiada mientras me cubría con la manta.

—Te unes a la acción, hermanito—Dice el otro con una manzana en la boca.

¿Dónde consiguió la manzana?

—Peter, ve a arriba—dijo muy el supuesto Thomas.

—Bien, Señor Aburrido—Dio una última mordida a su manzana y este siguió su camino.

Ahora bien, atando cabos sueltos, hay dos Thomas y uno se llama Peter. ¿Tiene un hermano gemelo? ¡Pero es impo...!

—Jones—Dijo una voz cansada y al mismo tiempo firme.

—¿Huh?—Dije saliendo de mis pensamientos.

—Ve dentro, hace frío, acá—Fruncí el ceño—No es una pregunta, es una orden.

¿Dándome órdenes? Sí, este sí es mi jefe.

—Uhm, no—Negué.

—Prefería enfermarme a entrar de nuevo—él pasó sus manos por su cabello desordenado.

—No seas terca, entra.

—Dije que no—Volví a negarme a su orden—¿Por qué no me deja acá y ya?

—No seas terca, entra—Dijo en un tono de voz más elevado.

—No, aún no responde mi pregunta.

—No tengo por qué responder.

Puedo decir que me muero de frío y, que posiblemente me enferme, pero no haré caso a su orden.

—¿Sabes qué? Haga lo que quieras, buenas noches—Respondió harto de mi conducta, entró a la mansión.

Por mi lado me senté en uno de los sofás de la zona exterior abrigándome con la manta, esperé sentada hasta que el frío se fuera un poco.

Thomas

Es extraordinaria la actitud de mi hermano gemelo, Peter Williams. A veces me pregunto cómo nosotros somos gemelos o incluso parientes, es completamente incompetente e infantil para nuestra edad. Entiendo plenamente a mi padre al dejarme a cargo de todo este peso con las empresas, Peter penosamente ha sido el significado literal de la rebeldía y desastre.

— ¿Quieres decirme qué haces hablando con mi empleada...? Y cómo termino dentro de la piscina a más de la una de la madrugada?—Le pregunté a Peter.

—Uy, nos levantamos de malas, eh.

—Peter—Sentencie.

—Está bien, está bien—Rodó los ojos—Creo que se confundió, creyó que yo era tú. Además, es la primera vez que la veo por aquí, en fin, andaba aburrido y fingí un poco ser tú.

Pensé todos los insultos posibles para decirlos en su cara. No lo hago solamente porque sea ella, puede ser cualquiera, mi hermano es un idiota incompetente.

—Mientras yo viva, aléjate de cada una de las personas que trabajan en este lugar.

Él no vive siquiera en este país, se mudó a Francia para vivir su vida de lujos, no creí que vendría a quedarse aquí, pero como es normal, suelo equivocarme.

—En fin, yo me iré a mí, apartamento no queda tan lejos, adiós—Se dio la vuelta y comienza a caminar saliendo del salón, cuando se detiene en seco—La chica es linda, pero no la dejes morir de frío afuera, además que... Curiosee por ahí mientras te buscaba y halle unas carpetas sueltas.

Mi seño se frunció. ¿Se había metido a mi oficina?

—-¿Qué contrato es ese Tim? Así quieras tener el control sobre todo, jamás lo tendrás sobre alguien como ella, y creo que te lo ha dejado claro—Habló refiriéndose al contrato, dejando esas palabras en el aire, se fue.

¿Me deshago de él o sigo con esto? Ni siquiera había comenzado todo mi plan y ya me estaba hartando, me aburría saber que no lograba nada.

Tomé la carpeta entre mis manos y la rompí con los papeles dentro. Viendo por las grandes ventanas de mi despacho se podía observar gran parte del patio incluyendo el área de la piscina, logré ver a aquella chica creo que dormida. ¿No se moría de frío? En su lugar hubiera entrado. He aquí el momento en que me redimo de mis actos. ¿Tan insensible soy? ¿O por qué soy tan sensible en el peor momento? Incluso, ¿Por qué he de seguir acá si ella muere de frío?; ella decidió quedarse, fue su decisión.

—Pero yo no la lleve dentro y la dejé ahí.

Debatiendo en que podría o no hacer, termine bajando hacia el patio trasero, busqué en todos lados hasta que la encontré en el sofá exterior, la manta que le he dado es lo suficientemente gruesa para repartir calor, lo suficiente para que se durmiera, o eso creo.

—Oye, tú—Empecé a mover su hombro delicadamente—¿Estás bien?

Ella abrió uno de sus ojos y respondió.

—No, estoy muerta, déjeme morir en paz—Tomó la manta y la colocó al tope de su cabeza.

—Uhm, ya veo. ¿En serio piensas quedarte acá?

—Si yo le dije que me quedaría acá y usted lo sabe, ¿Para qué vino?—Preguntó quitándose la manta de la cara.

—Porque hace frío, además me pueden demandar por dejarla en este lugar y más si la hallan muerta, arriba y vaya dentro—Dije—Y sí, es una orden que le costará caro si la cuestiona de nuevo.

Ella puso sus ojos en blanco y entró al salón principal, entre después de ella ¿Por qué me aguanto a esta chica? ¡Por Dios, no tiene sentido lo que hago ni pregunto! Estoy abruptamente confundido.

—Puedes ir a una de las habitaciones del lugar—Me observó por unos segundos—Descansa.

—Bueno...—Dijo en tono desconfiado.

Fui a la cocina por algo de agua, al quedar completamente solo, me senté un momento en los bancos de la barra de desayuno, mi celular comenzó a sonar y lo saqué de mi bolsillo, palidecí al ver el nombre de la persona que me llamaba.

*Sofía llamada entrante*

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Hola hola hola, aquí los capítulos de la semana, si te gusto puedes dejar una estrellita 💖✨

Besos y byeeee! ✨✨✨✨

Una chef novataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora