Capítulo 3

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Narrador

Por la noche Ivanha había terminado su turno, al ser su primer día oficial sus amigas decidieron celebrar con una salida especial, mientras que ellas disfrutaban en algún restaurante de la ciudad, en la mansión Williams se hallaba Thomas junto con George charlando.

—Al final, ¿Qué has decidido hacer?—Preguntaba George, casi listo para regresar a casa con su familia.

—Tengo la idea perfecta, ya verás—Decía Thomas muy sonriente.

—Uno... Dos... Tres...

—Trabajará seis meses, solo para probar cómo maneja el trabajo, será algo temporal, dependiendo de cómo lleve la prueba se le hará un contrato laboral de un año ―Dijo de inmediato caminando de lado a lado teniendo su celular en mano.

—Algo acá no me cuadra—Comenta dudoso.

—Que le faltó leer una página.

George tomó la carpeta con el contrato, observando detalladamente, observando el detalle que Ivanha no logró leer.

—Ella no sabe que durará únicamente seis meses acá y piensa que firmo el original, este contrato lo modificaste a tu gusto según lo que leo—Expresó decepcionado George

—Ajá, no tiene nada de malo.

—Claro, como esto de que si es necesario y fuera de su turno de trabajo le toque venir a cocinar lo que se te antoje, llueva, truene o se acabe el mundo.

―Debí agregar incluso si llega a haber una invasión extraterrestre―Dijo él tratando de convencer a George de tantas cosas injustas que estaban plasmadas en su contrato.

——Es cruel usar su falta de experiencia a tu favor, Thomas.

——Sí, sí, sí. No te preocupes mucho por ello.

George, sin comprender el verdadero motivo de todo esto, se despidió de Thomas, salió de la mansión, arreglando su chaqueta, cansado, solo deseando ver a su esposa e hijos. Thomas, ignorando sus palabras, fue al gimnasio a ejercitarse un poco antes de dormir.

Todos ya estaban por descansar, sin embargo Ivanha...

—¡Qué hiciste!—Sonó el estruendoso grito de Annie.

Ivanha

Nos hallábamos en el apartamento donde vivíamos juntas todas mis amigas, al llegar del restaurante todas leían la copia del contrato que pedí.

—Mel, págame mis 10 dólares, te dije que no se resistiría más de una semana a él—Dijo Ky.

Melanie rueda los ojos y le entrega el dinero.

—¡No me rendí ante él!—Pare de correr un momento.

—¡Ivanha, ven acá!—Me alcanzó Annie.

—¡Ya, cálmense!—Dijo Mel, tratando de apaciguar las cosas—Ivanha, por favor ¡Quieres explicar, qué te pasaba por la mente al aceptar este contrato y por qué!

—Bien, bien, lo haré—Me dirigí hacia el sofá para sentarme sin apartar la vista de Annie, quien sabe qué puede hacerme a esa distancia—Esta mañana me ofrecieron el empleo de manera oficial, claro leí el contrato.

—¿Ajá y?—Dijo Ky.

—Decía que viviría ahí para ser la chef personal, pero sólo hice los pequeños cambios—Di una pausa—Añade tener todo pago, más alguna que otras ventajas, entonces, acepte.

Annie se había graduado en derecho y como abogada revisó cada rincón de aquel documento sin dejar pasar ningún detalle, y descubre algo que no le parecía.

Una chef novataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora