Capítulo 21

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Ethan

Me desperté la mañana siguiente por la alarma de mi celular indicando las siete de la mañana horas antes de mi reunión de presentación de proyecto. Aunque no pude llegar a mi casa, al Ivanha pedirme quedarme con ella, no pude responderle que no. Para mi suerte no estaba Williams en la mansión.

Aún me siento un doble agente, estando con ella y ayudándolo a él. Apague la alarma de mi celular, era sábado e Ivanha no suele trabajar los sábados en la empresa. Solo días de semana.

Tenía que levantarme e irme a mi casa antes de que Williams llegue, algo loco, pero en fin, no quiero darle explicaciones de qué hago aquí. Levantándome con cuidado volví a cubrirla con el edredón blanco y la observé por unos segundos, cualquiera en mi lugar llegaría y diría: "Es un ángel con sus ojos azules como el mar, labios finos y de una hermosa tonalidad rosada, hermosas pecas que pintan su rostro como las estrellas, el cielo..." y así, pero yo lo único que noté es que estaba babeando y con su cabello hecho un desastre por lo cual no pude evitar sonreír.

Con mi mirada busqué mi chaqueta y mi celular, me coloqué mis zapatos y salí de su habitación de la manera más silenciosa posible, cerré la puerta. Comencé a caminar en silencio hasta la puerta principal, cuando iba cerca de la sala de estar me encontré con Williams caminando de la misma manera, solamente que con lentes de sol puestos y un poco desaliñado.

Ambos nos encontramos de frente, a lo que ambos nos miramos muy confundidos por la situación, en mi mente pensé que la había regado y tendría que explicarle qué hacía aquí. Hasta que dijo:

—No tienes que explicarme—Río.

Abrí mis ojos con sorpresa y respondí.

—Claro—Reí nervioso—Yo ya me voy, nos vemos en la reunión.

—Venga, nos vemos luego.

Me dio una palmada en el hombro y subió al ascensor que tiene en casa, nunca termine de entender por qué un ascensor en casa, en fin, suelen ser caprichos de la gente.

Salí al fin de la mansión y busqué mi auto para dirigirme a mi departamento para terminar mi pesadilla. Sin embargo, antes de conducir, deje un mensaje a Ivanha para cuando se despertara no quiero que piense que la deje sola de la nada.

Al enviar el mensaje comencé a conducir rumbo al apartamento después de una noche muy descabellada.

Ivanha

Unas largas horas después...

—Gracias. ¡Gracias a tu gran necedad nos llevó a esto!—Falsamente me agradeció en manera de queja mientras yo me cruzaba de brazos, resopló.

—¡No sería así si tú no me hubieras solicitado!—Grité en respuesta, mi respiración era cada vez más acelerada por todo este coraje que sentía.

—Muy bien, Jones, es cierto, te daré toda la razón ¡Porque siempre tienes que tener la estúpida razón!—Gritaba furioso.

No pude aguantar las ganas de voltearme y verlo fulminantemente a sus ojos, pero estaba cansada de esta situación habrán pasado horas desde que ambos estamos aquí.

Y en este instante les resumo la situación:

Una linda mañana despertando, luego de tener una de la peor y mejor cita que he tenido, me desperté, me arreglé y me dirigí a mi lugar de trabajo por una llamada urgente de George, porque tendríamos la primera reunión de socios del año.

¿Una maravilla, no? Una de sus tantas reuniones de personas socialité, donde a los empleados nos suena en vez de música clásica, nos suena la canción del: Trabajo doble.

Una chef novataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora