Capítulo 25

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Ivanha

Tras la semana más larga de trabajo estaba casi lista para poder dar el pago inicial de lo que sería un futuro restaurante, me hallaba muy ansiosa y nerviosa, estuve buscando muchas asesorías sobre el tema de la compra.

Para mi suerte Melody sabía mucho sobre ello con ayuda de Harry, por supuesto, podía hallarme realmente cansada, pero allí a altas horas de la madrugada me encontraba sacando mis últimas cuentas, bebiendo una gran taza de café mientras Rosco dormía entre mis pies. Con la luz que impartía la pequeña lámpara sobre el escritorio resaltaba números y tachaba lo que ya había hecho, solo dos días y tendré el negocio hecho.

Era un gran paso y me emocionaba realizarlo, era una de las tantas metas planteadas en mi vida. La primera de muchas.

Observé la hora en mi celular, faltaban unos cuantos minutos para que amanezca, no dormí en toda la noche, aunque fui prevenida y pedí a Raquel un permiso para no ir mañana, el cual me concedió, sin embargo, sabía que en el club no sería igual.

Suelen ser mucho más exigentes.

Estiré mis brazos para relajar mi cuerpo el cual se hallaba muy tenso, horas de estar sentada con mi laptop y mi celular me ha dejado agotada. Cerré la laptop y me levanté de la silla con pereza, arrastraba mis pies hasta la habitación.

La independencia tiene un costo muy grande.

Al abrir la puerta caminé un poco y me lancé a la cama, cerrando mis ojos, dormí como nunca lo había hecho, pero lamentablemente a las horas de la tarde mi sueño se tendría que ver frustrado por mi alarma para ir al trabajo.

Solo será un tiempo, traté de mentalizarme.

Aunque suele ser difícil, toca hacerlo. Levantándome rápidamente antes de arrepentirme de haberme despertado, voy al baño y me ducho con rapidez, apenas salgo me cambio para dirigirme a la cocina para encontrarme con Harry y Melody, ya que para estas horas Sídney estaría en casa de su hija.

—¿En serio piensas ir a trabajar?—Oí la voz de Melody mientras buscaba unas manzanas en la nevera.

—¿Tengo otra opción?

Me di la vuelta e hizo una mueca de desagrado, no le caía bien el sobreexplotarme trabajando, en realidad a nadie le caía bien eso.

—Con Williams ya hasta inaugurando estuvieras—Murmuro Harry causando que ambas lo observáramos con enojo—No se hagan, saben que sí.

Suspiré e ignorando lo último que dijo saqué mi celular, las chicas tenían planeando una llamada grupal cuando volviera de trabajar, tomando una galleta de la alacena me despedí de ellos chicos.

Sirviendo tragos en la barra con Apolo, causamos un pequeño accidente con unos mojitos, reía al ver como Apolo había cambiado las hojas de menta por perejil.

¡Son totalmente distintas!

—¡Es perejil Apolo!—Dije entre risas.

—Todas eran verdes—Murmuro.

—Oí, eso—Lo señalé, fui hasta la cocina para cambiar el perejil que Apolo tomó para cambiarlo por las hojas de menta.

Era fin de semana y por las fechas es un turno algo agitado, más turistas, más horas de trabajo pero buena propina.

—Ivanha ve hacia aquella mesa cerca del balcón, llegaron más personas y pidieron una ronda de shots—Indicó Hazel la cual entraba a la barra de nuevo.

Tomando aire tomé la bandeja y me dirigí hacia el balcón, llegué a la mesa con unas pocas personas, eran dos chicas junto con unos tres chicos, entregué su pedido y volví a la barra.

Una chef novataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora