Cap.15

1K 70 8
                                    

Después del descanso de verano, las carreras volvieron a la normalidad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Después del descanso de verano, las carreras volvieron a la normalidad.
Mañana es la carrera del GP de Italia.
Monza siempre fue especial para mi, y obviamente, para Ferrari.

Gianna estaba pegada al celular, a decir verdad vino solo por compromiso laboral, Mia estaba con un sarpullido en todo el cuerpo y no quería dejarla, sus abuelos la están cuidando.

— Amor, ella va a estar bien. Vamos a dormir—me tiro encima de ella pero me esquiva.
— No puedo calmarme Charles.
— Tienes que estar bien para Mia.

(...)

Gianna logró dormirse como a las 2 de la madrugada. A las 4 su teléfono sonó y le informaron que la pequeña fue ingresada a un hospital por una reacción alérgica que le impedía respirar.

Obviamente ella movió todas sus influencias para volver lo más rápido posible a Mónaco. Nunca la vi tan preocupada y nunca la vi hacer tantas llamadas como esta madrugada.
Gianna consiguió un helicóptero en 20 minutos. Para muchos es poco tiempo, pero para una madre desesperada, una eternidad.

Yo debía subirme a mi monoplaza, faltaba poco para que la carrera comience.
Cientos de cosas dan vueltas en mi cabeza, no tenía noticias de Mia, tampoco de Gianna.
Lo último que la escuche decir fue "soy Gianna Giovenale de Griezmann" y eso ronda por
mi cabeza cada dos minutos.

(...)

Como era de esperarse, mi rendimiento fue pésimo y me frustra que haya sido así justo en Monza.
Trato de no pensar en esto, pero es imposible. Tomo el celular y busco su número, la llamo reiteradas veces, pero es inútil, me manda directo al contestador.

Odio cada segundo de esto y no soporto no saber nada de lo que está pasando.
El teléfono suena y lo miro desesperado, pero no es ella.

La rabia crece en mi y termino lanzando el móvil contra la pared, éste choca y cae en el suelo dejando ver una pantalla partida en pedazos.

TORSIÓN EN MÓNACO | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora