Carlos pasó por mi al aeropuerto y me quedaría con él todo el tiempo que estuviese en la ciudad.
— ¿Y qué es lo que piensas hacer exactamente Lord Perceval?
— Intentar hablar con ella.
— ¿Y ya sabes como?
— No.
— Sabes, eres un mal mentiroso.
— Volví a contratar el detective desde que tuvo el accidente. Sale de su casa los martes y jueves a las cuatro de la tarde y va a un despacho terapéutico. Y ha estado yendo una vez cada dos semanas a un centro médico privado, pensaba que era por el accidente, pero...
— Pero es porque le llenaste la tripa.
— Todavía no se si es mío.— ¿Y de quien más podría ser?— habló sarcásticamente.
(...)
Gianna iba a estar hoy en un control, el detective se encargó de buscar el lugar y horario donde la atenderían.
— Te voy a dar una señal cuando se quede sola y podrás entrar. Pero te advierto, el futbolista está con ella.
Estaba demasiado nervioso, me sudaban las manos, Carlos insistía en que las cosas saldrían mal porque estaba actuando sin pensar, pero ya la había cagado tanto que un desastre más o un desastre menos no haría la diferencia.
Mi teléfono vibra y en la pantalla se lee >>AHORA sector 7, puerta 16<<. Esa era la señal.
Aprovechaba el frío de los últimos días de diciembre para ponerme cualquier cosa que me cubriera la cara e hiciera más difícil reconocerme.Me dirijo al área de ecografías y veo salir una doctora de la puerta que me indicaron.
Entro casi sin hacer ruido y veo a Gianna en una pequeña sala con luz tenue, está sosteniendo una especie de sensor sobre su vientre y su vista está fija en el monitor.
En la pantalla se ve un pequeño bulto de tamaño desproporcionado. Algunas lágrimas invaden mis ojos pero las espanto.Me acerco a la puerta para entrar junto a ella y antes de girar la perilla escucho un ruido que llama mi atención.
— Es su corazón—una voz masculina habla a mis espaldas.
Volteo y los ojos azules de Antoine Griezmann me miran fijos.
— Vamos a un lugar más privado, creo que tenemos mucho de qué hablar.(...)
Caminamos un poco más de una cuadra hasta alejarnos de la clínica. Íbamos al lado pero ninguno emitía sonido alguno.
Miro al futbolista de reojo, tenemos un físico parecido, aunque él es unos centímetros más bajo y está lleno de tatuajes.De repente ambos nos paramos en seco.
— Creo que aquí esta bien— dice el francés subiendo el cuello de su sudadera, de manera que le cubra la boca y se coloca la capucha de su canguro amarillo.
— ¿Ella está bien?
— Ella está bien, pero no se como podría reaccionar si te ve.
— El bebe. ¿Ese bebe es...?
— Este bebé es de ella.
— Necesito saber si es mío.
— Y ella necesita paz—habló con firmeza— No se si te lo ha contado, pero nosotros perdimos un embarazo hace poco más de un año, nunca supimos los motivos, quizás fue por el covid, quizás fue por estrés, o simplemente por un capricho del destino, elije el motivo que quieras, pero Gianna no se lo tomó bien, ella... ella...
— ¿Comenzó a autolesionarse?
— Intentó suicidarse, las autolesiones vinieron después de que las pastillas no funcionaron.Escuchar eso me parte en pedazos.
— Fue duro para ambos, ella trató de seguir adelante después de eso, pero nunca volvió a ser la misma ¿sabes?—hizo una pausa, pude notar el dolor del recuerdo en sus ojos— y después te conoció. También intentó suicidarse en Paris, pero me llamó y por fortuna llegué a tiempo.
— Yo no... no sabía nada.
— Tampoco es que ella te lo iba a contar, a ella le gusta guardarse algunas cosas, pero creo que ahora sabes lo suficiente como para mantener distancia y no hacerle más daño del que ya le hiciste.Y se que tenia razón, él la conocia y habian vivido con ella lo suficiente como para saber lo que le hacia bien y lo que no. Sin embargo, ese bebe cambiaba las cosas.
— Solo quiero saber si es mi hijo.
— No.
— ¿Ella... tu...
— Fue una especie de despedida luego de que me pidiera un tiempo.
— Mentira. Lo veo en tu cara, no puede ser cierto.
— Puedes creerme o no, pero te lo voy a decir una vez y espero que no tenga que volver a repetirlo, ella está bien. Los cuatro estamos bien y no necesita que vengas a arruinar todo de nuevo.
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TORSIÓN EN MÓNACO | Charles Leclerc
FanficTorsion es el equivalente francés de "vuelta de tuerca". Ésta historia narra VOLTAJE desde la perspectiva de Charles. Se recomienda hacer una lectura en conjunto para una mejor comprensión ya que los hechos son intercalados.