Cap.13

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Gianna volvió a España hace un par de días, aunque me muero por llamarla y estar encima suyo todo el tiempo, se que tengo que darle su espacio.
Carlos llegó a Mónaco para hablar con algunas marcas que querían su cara y se estaba quedando en mi casa, eso era bueno porque me distraía y no pensaba tanto en mis dos rubias favoritas.

Las últimas semanas con Gianna fueron lo mejor del mundo, en algunos portales habían sacado fotos nuestras, pero nadie les dio relevancia, no tuvimos que salir a desmentir nada.
Ella a los ojos del mundo seguía siendo Gianna Giovenale de Griezmann, y su historia de amor agradaba tanto al público, que nadie se atrevía a siquiera pensar que su cuento de hadas había llegado al final.
Le gustaba camuflarse en eso, todavía no me dijo el por qué, pero odia las cámaras, odia que las vistas estén sobre ella o su hija. Yo me encargue de buscar en internet noticias sobre su familia que quizás llegaron a afectarle, pero los títulos rezaban toda clase de estupideces en el ultimo año y medio. 

(...)

— Venga Charles que ya está por empezar el partido—Carlos me grita desde la sala, me negué a ver el partido por obvios motivos, pero era el clásico Madrileño y mi colega insistió en verlo.

El francés entra con Mia en sus brazos, es ovacionado por todo el estadio, incluso por el público rival, una cámara enfoca a Gianna y el reportero hace un comentario sobre que su esposa volvió a acompañarlo. Una sensación de amargor invade mi boca, sin embargo, sé que tengo que soportar esto un por poco más de tiempo.

(...)

— Maldito hijo de...—Carlos insulta a Griezmann quién acaba de marcar un segundo gol a los 88 minutos, el Real Madrid ha caído a los pies del francés.

El jugador corre desde el centro de la cancha hacia un costado, se dirige a una cámara y hace una G con sus manos, luego besa la palma de su mano y la extiende en dirección de la rubia.

Ella lo festeja y hace el mismo gesto, pero hacia el publico, la cámara se detiene unos segundos en la joven, luce tan hermosa y el ver que no lleva su camiseta, me produce una alegría inexplicable.

El partido finaliza y entrevistan al goleador de la tarde.
— ¿Qué tal te trata la vuelta Antoine?
— Estoy muy feliz de volver, se que es por préstamo hasta la mitad de la temporada, pero tengo fe de que el pase se haga en totalidad y volver del todo a casa.
— Hablando de casa, vimos que tu familia está acompañándote hoy ¿Cómo te sientes con eso?
— Así es, Mia y su mamá vinieron sólo por esto—dice el francés con una sonrisa de oreja a oreja. No puedo dejar pasar el "Mia y su mamá".
— Y les dedicaste tus goles a tu esposa.
— Si. La verdad es que estoy muy agradecido con Gianna por acompañarme desde hace años, desde mi debut en primera división, cuando salí campeón del mundo, los viajes, mudanzas, finales, partidos ganados y perdidos, ella siempre estuvo ahí y lo sigue estando, lo menos que puedo hacer es dedicarle mis goles, además ella es mi amuleto de la suerte y la tengo conmigo siempre—dice mientras señala un pequeño tatuaje debajo de la articulación de su antebrazo "GGG" y un corazón.

Ok, creo que esto si no lo puedo soportar. Me levanto y abandono la sala con las burlas de Carlos de fondo.

TORSIÓN EN MÓNACO | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora