Cap.26

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Barcelona.
L'APPEL.

Eran las 14:30hs de la tarde, y estaba preparándome para subir al monoplaza, este fin de semana era el Gran Premio de España y se corría en el circuito Barcelona-Catalunya en Montmeló.

Todo me recordaba a ella, aquí empezó todo.
Sentía su esencia en todos lados.
Estaba realmente angustiado, Gianna debe estar en su octavo mes de embarazo, sentía un vacío porque sabía que ella no me iba a permitir estar ni a menos de diez kilómetros de distancia. Estos últimos días en la ciudad pensé mucho en ello, si realmente ese bebé era mío no iba a poder verlo cuando nazca.
Pero no podía pensar en eso ahora, necesitaba estar concentrado en la pista.

Subo el cierre de mi traje, me encamino al monoplaza y saludo a algunas personas que están en el garaje, entre ellos Carlos Sainz Sr.

-Hijo, ¿cómo estás?. Te veo algo pálido.
-Bien señor, es por todo el cansancio de la semana.
-Bueno, usa estos últimos minutos para relajarte que se juegan puntos importantes-asiento mientras él me da unas palmadas en el hombro.

Me pongo el casco y uno de los guantes para subirme de una vez al monoplaza.
Isa se acerca, me detiene, me toma por el hombro haciendo que gire y quede frente a ella, tiene mi celular en la mano.

-Charles tenes que contestar.
-Estoy por ir a las posiciones Isa.
-Charles es importante.
-Cuando termine la carrera devuelvo la llamada.
-Podrías dejar de ser un completo imbécil y mirar la pantalla-La pelirroja me levanta un poco la voz.
Miro la pantalla y aunque el número está sin agendar, la ubicación indica que la llamada proviene de Madrid.

Hago contacto visual con ella y una brisa helada me paraliza.

-Pero atende que no te van a estar llamando todo el día-me grita.

Levanto mi casco con torpeza y cojo el celular. Ya habían cortado la llamada.
Me dirijo a un rincón solitario y silencioso del paddock y llamo al número que quedó en el registro.

Atiende, por favor, atiende.

-Hasta que al fin apareces.
-¿Qué quieres?
-Gianna está en Barcelona y se que tu también.
-Si es porque pensas que puedo intentar buscarla, quedate tranquilo porque tu esposa no quiere ni verme- escucho la risa del francés a través del teléfono.
-Ella y yo nos divorciamos oficialmente en octubre. El 15 de octubre para ser exacto.

Merde. la carpeta que traía en la mano esa noche.

-Merde, soy un gran imbécil.
-E inmaduro, pero no viene al caso. ¿Estás sentado o afirmado en algún lugar?
-¿Y qué tiene eso?
-Solamente hazlo.
-Listo. Ahora, ¿para que llamas?-digo mientras me apoyo en la pared.
-Para avisarte que estás a punto de ser padre-al escucharlo mi cuerpo se ablanda y me dejo caer hasta quedar sentado en el piso.
-¿QUÉ?-Mis ojos se llenan de lágrimas y parpadeo varias veces para espantarlas.
-A Gianna le van a hacer una cesárea en una hora y media. Ella está muy enojada contigo y quizás también se enoje conmigo por llamarte, pero el bebé los necesita, y ella también, aunque sea demasiado orgullosa para aceptarlo-ésto último nos hace reír a ambos.
-¿Dónde está?... Espera ¿dijiste él? ¿es... es... es un varón?
-Ella no quizo saber el sexo, prefiere enterarse en ese momento. Está en la Clínica Amma Horta. Su familia está yendo para allá, yo voy a tardar mínimo 3 horas en llegar. Me pidió que le lleve la ropa del bebé, porque ella allá no tiene nada.
-Yo... yo... yo no sé qué hacer. Estoy a punto de correr una carrera.

Ambos soltamos un suspiro más largo de lo normal y luego él habla.

-Mira, yo se que eres muy joven, y se que debes tener muchos miedos e inseguridades, pero este es el momento donde tienes que dejar de pensar en ti un segundo y pensar en ese bebé, las carreras son importantes, pero en dos horas cuando termine esa carrera te darás cuenta que te perdiste el nacimiento de tu hijo y que el fin de semana que viene tendrás otra carrera más.
-Antoine, gracias
-.No me agradezcas, corre a la clínica antes de que me arrepienta por llamarte.
-Nos vemos ahí.

Vuelvo al garaje ya sin mi traje y aviso que no voy a competir.

-Charles no puedes bajarte ahora.
-Si puedo, de hecho ya lo hice.
-Charles estás loco.
-¿Qué sucede?-Carlos Sainz Sr interviene ante mi forcejeo con Iñaki.
-Voy a ser padre.

Ambos me miran sorprendidos, Iñaki se corre cediendome el paso y se lo agradezco con un gesto.

-¿Pero cómo vas a llegar a Mónaco ahora?-Pregunta Carlos Sr que corre detrás mío.
-No es en Mónaco señor, es aquí.
-Entonces andando hijo, te llevo.
-Pero... ¿y Carlos?
-Reyes está aquí, seguramente lo va a entender.

Busco entre mis cosas algo que llevo conmigo desde hace meses, Lo vi en una tienda un día y quise llevarlo conmigo por si en algún momento Gianna, o mejor dicho ellos, volvían a aparecer en mi vida.

(...)

El padre de Carlos me dejó en la recepción de la clínica, quiso acompañarme pero recordé lo que Antoine me dijo y le pedí que vaya a comprar algo de ropa para el bebé.

-Charlie-Escucho la vocecita de Mia y la veo correr hacia mi.
-Hola hermosa. ¿Dónde está tu mami?

La pequeña toma mi mano y me guía hacia unas personas que me miran con mala gana.
Sobre todo un hombre mayor, supongo que es el padre de Gianna.

TORSIÓN EN MÓNACO | Charles Leclerc Donde viven las historias. Descúbrelo ahora