Capítulo 2

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-Adri levántate.-Sentí unas manos sacudiendome.

-¿Que hora es?

-Quedan cinco minutos para que comience el desayuno.

Yo me levante de un salto.-¿Luna porqué no me avisaste antes?

-Es que estabas dormida y me daba cosa despertarte.

-¿Y las chicas?

-Se fueron como hace treinta minutos abajo.

-Bueno vamos.-Abrí la puerta de la habitación y las dos salimos.

Al llegar al comedor nos sentamos junto a las chicas, Luján y Marizza, y junto a dos chicos cuyos nombres son Manuel y Nicolás. Muy majos.

-Buenos días.-Nos saludo un hombre joven mientras entraba en el comedor.-Mi nombre es Mauro y voy a ser vuestro monitor durante estas vacaciones. Quiero decir que espero que la paséis bomba, el colegio quiere que durante estas vacaciones os olvidéis de los exámenes y de las tareas para poder disfrutar y aprovechar estos momentos, ¿queda claro?

Todos comenzaron a silbar y a aplaudir, al parecer a todos les gustaba esto. Sería divertido, ¿no?

-Terminar el desayuno rápido que os quiero a todos en la playa con los bañadores.

Todos hicimos caso y nos dirigimos a las habitaciones para ponernos el bañador.

En cuanto llegamos a la playa nos tumbamos todas las chicas en las tumbonas para tomar el sol.

-¿De dónde es tu bikini?-Me preguntó Mía.-Es divino.

-No me acuerdo, me lo compre el año pasa en España.

-¿Vas muy a menudo de viaje?, están carisimos los boletos a España.

Yo reí.-Soy Española, llevo toda mi vida viviendo en España.

-¿En serio?-Está vez Vico era la asombrada.-Eso explica el acento que tenés.

-Ay bueno, déjenla respirar un poco que es Española no de Narnia.-Dijo Marizza al ver que estaba un poco incómoda.

-Vos cállate nena que nadie te esta hablando.

Marizza puso los ojos en blanco para acto seguido dirigir su mirada a nosotras.-¿Quién quiere nadar conmigo?

-Yo no, me da pereza.-Respondió Luna.

-¿Vos Luján?, si te encanta nadar.

-No me apetece, ve con Adri.

Marizza dirigió sus ojos a mi suplicandome con su mirada.-Venga vale, a nadar.-Me levante y nos fuimos juntas de la mano hacia el agua.-¿Sabes nadar no?

-Obvio.

Las dos comenzamos a adentrarnos al agua, jugamos un poquito y de pronto las olas comenzaron a venir con más fuerza. Todo era risas pero una ola vino con mucha fuera lo que hizo que Marizza se comenzará a ahogar.

-¡Marizza!-Fue lo único que pude gritar antes de que otra ola más fuerte llegara haciendo que esta vez las dos nos ahoguemos.

Con mis manos intentaba nadar y poder salir, pero las olas y la pelirroja asustada que no paraba de intentar agarrarme no ayudaba mucho.

Después de intentar varias veces salir del agua me di por muerta, a mi y a mi amiga ya casi inconsciente.

No puede ser, soy muy joven para morir.

De pronto sentí manos rodeando mi cadera y elevandome hacia el exterior, no pude mirar bien quien era ya que los ojos me fallaban de tanta sal que tenía.

Supe que ya habíamos llegado a la orilla cuando esa persona me dejó delicadamente en la arena. Comenzó a sacudirme y yo me levante echando rápidamente todo el agua que tenía dentro.

-¿Estás bien?

Al mirarlo me quedé embobada con unos ojos azules preciosos.

-S-sí, estoy perfecta. Gracias.-Mire a mi al rededor y estaban todos rodeandonos.-¿Y Marizza?

-Ya está en su habitación, a ella la saco Mauro pero vos estabas más lejos y tarde más.-Me extendió su mano para levantarme.-Vamos, te acompaño a ti habitación. Tenés que descansar.

Agarre su mano y me levante, al ver que me tambaleaba un poco me agarró de la cintura. Al hacer esta acción mi cuerpo se erizo completamente.

Pude notar que durante todo el viaje hacia mi habitación esos ojos tentadores no paraban de mirarme, cosa que me ponía más nerviosa de lo que ya estaba. Seguimos andando hasta llegar a mi puerta.

-Bueno, ya llegamos.

-Muchas gracias de verdad.-Lo mire a los ojos y el rápidamente apartó su mirada nervioso.

-No tenés nada que agradecerme. No iba a dejar que te ahogases.

Acorte un poco la distancia entre nosotros y le di un leve beso en su mejilla. Al apartarme pude notar el rubor formándose en sus mejillas, provocando también el mío.

-Adiós.-Me despedí y me metí en mi habitación. Avance unos pasos y me tire encima de la cama para luego soltar un grito sobre la almohada.-Luna, acabo de vivir algo irreal.

-¿El qué?, ¿con Pablo?

-Sí.-Mi entusiasmo se podía notar desde miles de kilómetros de distancia.

-Lo he notado, cuando Luján grito que ustedes estaban en apuros, Pablo dejó lo que estaba haciendo para junto a Mauro ir a socorreros.-No pude evitar una sonrisa tonta saliendo de mis labios.-Pero...

-¿Pero qué?

-Me dijo Mía que esta saliendo con Vico.

Automáticamente mi sonrisa desapareció al escuchar eso.-Bueno tampoco es que me guste ni nada de eso.

Mentirosa.

-Ajam...-Luna no me creía nada.

-Es la verdad. Bueno me voy a duchar que tengo arena por todos lados.-Cogí mi pijama y me dirigí al baño.

-No ocultes tus sentimientos Adri.

-¡No te escucho el agua es muy potente!

Siendo sincera al enterarme que Pablo ya tenía novia me entristecí un poco. Pero no quería ponerme en ese plan, estaba de vacaciones y tampoco es que Pablo fuera el hombre de mi vida.

¿O no?

¿O no?

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DESTINO || Pablo Bustamante. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora