Capítulo 6

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PERSPECTIVA ADRIANA

Pude ver como apretaba el volante, la piel de sus nudillos comenzó a teñirse de blanco mientras la velocidad aceleraba.

Cada vez más y más.

-Sebastián, para.

Mis palabras fueron en vano, cada vez aceleraba más y más, ya ni se podían ver las señales de la carretera debido a la rapidez con la que iba.

Mi pecho comenzó a subir y a bajar con rapidez, sin saber qué hacer.

-¡Para ya!

Comencé a gritarle, pero no conseguía nada, solo aceleraba más y más.

-¿Te crees que yo quiero estar contigo?, ¿te crees que me gustas? Yo también estoy obligado, pero soy maduro y lo asumo sin quejas. ¿Porque no solo cierras la boca y estás conmigo?

Por cada palabra que soltó aceleró más.

-¡Sebastián ya!

Me abalancé hacia el, agarrando el volante e intentando que deje de pisar el acelerador. Sin querer cambie hacia el otro lado de la carretera, varios coches que venían hacia nuestra dirección desde el frente pitaban y cambiaban de lado.

Mis ojos se abrieron como platos.

Mi respiración estaba acelerada.

Estaba desorientada.

¿Dónde estaba?

Mire a mi alrededor, mis ojos entrecerrados ya que me estaba intentando adaptar a la fuerte luz del lugar.

Al rededor mía había máquinas pitando cada cierto tiempo. Mire mis manos y vi que una de ellas estaba conectada a un tubo el cual se conectaba a una bolsa.

Estaba en el hospital.

-Estas despierta.-Una voz áspera y preocupada me sacó de mis pensamientos.

Al instante reconocí esa voz y dirigí mis ojos hacia sus ojos.

Los reconocería en cualquier lugar y estado.

Sus cejas estaban fruncidas mostrando preocupación, al igual que sus ojos, debajo de estos se encontraban unas grandes bolsas, moradas, mostrando su falta de sueño.

Espera.

¿Cuánto llevo dormida?

-¿Qué.-Aclare mi garganta antes de seguir hablando, tenía la voz ronca.-¿Qué hora es?

-Las tres de la mañana.

Mis ojos se abrieron por completo, recordaba que el accidente había sucedido tarde pero no me esperé que estaría tantas horas durmiendo.

-¿Cuánto llevas aquí?-Pregunte con preocupación, tenía cara de no haber descansado.

-Eso es lo de menos.

-Pablo...

-Llegue ayer a las dos de la tarde.

-¿Has comido algo?-Pregunte preocupada.

-Estoy bien.

-No lo parece, deberías comer algo y-.

-¡Adriana estoy bien!-Gritó, desesperado.

Salté un poco de la impresión, sentándome en la cama.

-Perdón, no quería asustarte.-Suspiró mirando al suelo mientras retiraba el pelo de su cara con su mano hacia atrás.

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⏰ Última actualización: Sep 02 ⏰

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DESTINO || Pablo Bustamante. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora