Capítulo 5

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PERSPECTIVA DE PABLO

Anoche no pude dormir.

Adriana me ha mentido.

Me ignoró todo el día, cada vez que nos cruzábamos pasaba de largo, como si no estuviera, y cuando por fin consigo hablar con ella, aparece él. Él inútil de Sebastián.

Confirmándome que Adriana no se iba a una reunión familiar, confirmándome que todo era una mentira.

¿Porqué me miente?

¿Será que ya no me quiere?

¿Hice algo mal?

-Pablo.-Una voz ronca me sacó de mis pensamientos.

Gire la cabeza hacia la dirección de la voz, era Tomás.

-Necesitas dormir, llevas tres horas mirando a la nada.-Se sentó en su cama, mirándome confundido.-¿Estás bien?

-Sí, solo estaba pensando.

-¿Te pones a pensar ahora y no en clases cuando realmente hay que pensar? Quien te entiende Pablo.

Reí falsamente.-Buenas noches.

El asintió y volvió a dormirse.

Intenté hacer lo mismo, cerrando los ojos e intentando dejar de pensar tanto. Pero no podía parar de pensar en ella.

Me pone tan enfermo pensar que ahora mismo está con ese. ¿No le queda claro que Adriana tiene novio?

[...]

Han pasado once horas.

Estamos en clase de matemáticas, y en lo único que puedo pensar es en dónde estará ella ahora mismo. Quiero al menos saber si está bien.

Tomás y Guido me miran con preocupación, cada vez que el profesor me hace alguna pregunta ellos me la susurran y me intentan actualizar de lo que estamos viendo en clase, la verdad que se los agradezco, pero ahora lo único que quiero es salir del aula y buscarla.

Pero no puedo.

-¿Pablo Bustamante?

La voz de Dunoff me hizo volver a la realidad.

-Acompáñeme fuera del aula porfavor.

Me levante de mi asiento, dirigiéndome al pasillo.

-¿Pasó algo?

-Tu padre me llamó bastante alterado anoche, pensaba que te habías escapado con la señorita Díaz, le dije que no que estabas aquí pero me pidió que nada más despertaras le llamases. Tienes permiso para saltarte la clase de matemáticas.

Observe con confusión cómo se retiraba, ¿por qué mi padre pensaría que me escape?

Me dirigí hacia los teléfonos y marqué su número, a los dos tonos contestó.

-Pablo querido, ¿cómo amaneciste?-Dijo con un tono vacilón.

-Bien, ¿qué me quieres decir?-Conteste cortante.

-¿No te has enterado aún?

-No.-Dije con confusión.

-Adriana ayer estuvo en el coche tu un compañero...No recuerdo su nombre.

Mi cuerpo se tensó y mis manos comenzaron a apretar en teléfono con fuerza.-¿Cómo sabes eso?

-Pensaba que me llamabas porque habías leído el periódico.-Soltó un suspiro antes de continuar.

-Chocaron Pablo, Adriana se encuentra en cuidados intensivos.

Solté el teléfono y comencé a correr, mi cabeza estaba a punto de estallar, no sentía los pies mientras corría.

DESTINO || Pablo Bustamante. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora