Capítulo 14

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Sin duda alguna, hoy había comenzado con buen pie el día. Había dormido bien y también había intentado pensar en otras cosas que no me pusieran mal, a pesar de que seguía sin poder parar de pensar en Nacho.

Nos encontrábamos las chicas y yo en la habitación, terminandonos de preparar para ir a las clases. Cuando de pronto Pilar entro.

-¡Chicas, ya la han visto!

-¿A quién?-Preguntó Luna, estábamos confundidas.

-¡A la novia de Nico!-Al decir eso todas nos quedamos impactadas.-Ay, ¿Nico no era tu novio Luna?

Qué mal disimulaba, estaba claro que Pilar solo había entrado a la habitación para decir eso e intentar arruinarle el día a Luna, pero no iba a funcionar.

-Luna, nos debes dinero.-Dije yo, haciéndole una seña a las chicas para que me siguieran.

-¿Eh?-Preguntó Pilar confundida.

-Nada, habíamos apostado con las chicas para ver si Luna se atrevía a salir con el más tonto del aula, o bueno uno de los más tontos.-Las cuatro reímos.-Pero bueno, ya ganamos la puesta.

Pilar, decepcionada de que su estúpido juego no había funcionado se retiro de la habitación.

-¿Cómo que Nico tiene novia?-Se podía notar que estaba sollozando.

-Tranquila Luna, tú habla con el y aclara las cosas. Y si es verdad le das dos ostias, una tuya y otra de mi parte.-La recién nombrada sonrió, y las tres nos dirigimos hacia el aula.

Como siempre las primeras horas fueron bien, aunque bastante aburridas. Tuvimos una charla con Sonia Rey sobre la "educación sexual" en clase de Ética que fue lo único que me interesó escuchar, no por el tema si no por Sonia.

El recreo ya había comenzado. Luna se había ido a hablar con Nico, Luján y Marizza se habían ido. Iba a buscarlas pero alguien me detuvo.

-Adriana, ¿querés aprovechar el recreo para hacer el trabajo de Hilda?-Me preguntó Pablo, quien por supuesto iba acompaño de Guido y Tomás.

-Vale, ¿vamos a la sala de estar?

El asintió y los dos nos dirigimos al sitio recién nombrado para comenzar el trabajo.

Al principio todo con normalidad, estaba nerviosa, tenerlo al lado y que no parará de mirarme sin duda hacia que mi piel se pusiera de gallina.

-Una pregunta.

-¿Sí?

-¿Porqué me miras?, me pones de los nervios.

-Así que te pongo nerviosa...

-Responde la pregunta y no te hagas el vivo.

-Pues...

Antes de responder la pregunta se fue acercando lentamente, provocando que estemos frente a frente, no podía parar de mirar sus ojos azules.

Adriana, controlate.

-Nada importante, cosas mías.

Se acerco más y puso mi pelo detrás de mi oreja. Mi yo de dentro se estaba derritiendo, pero mi yo de fuera se limitaba a mantener la cordura y no cagarla. Los centímetros que teníamos de distancia poco a poco se volvían milímetros y...

Adriana, ya.

-Bueno, continuemos el trabajo que no tenemos mucho tiempo.-Me separe de él, cortando el ambiente.

Claro que quería seguír estando así, pero se supone que estoy saliendo con David y no quiero parecer fácil. Y menos con alguien que tiene la mala fama de ser mujeriego.

DESTINO || Pablo Bustamante. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora