Capítulo 13

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Un día nuevo en Elite Way School había comenzado, está vez no era como los demás, pues llevaba un día bastante malo y ni siquiera había terminado la primera hora.

No podía parar de pensar en Nacho, sí el pobre chico que se fue por culpa de Pablo Bustamante. No me entraba en la cabeza que estoy enamorada, de una persona que sabiendo lo importante que Nacho era para nosotras se lo contó todo a Dunoff, y me sentía peor ya que no podía parar de sentirme culpable.

Obviamente Pablo bustamante se va a tener que ir de mi cabeza, anoche no dormí casi pensando en cómo olvidarme de él y también pensando en mí niño, Nachito. Esta mañana Luna se sorprendió al ver mis enormes ojeras y mis ojos rojos de a ver llorado tanto pensando en todo.

-Ey Adri.-Susurró Luna, llamando mi atención.-¿Todo bien?, no estas prestando atención a la clase.

-Lo se...es que con todo lo que ha sucedido no estoy para pensar en  otras cosas.

-¡Díaz y Hernández!-La profesora Hilda nos regaño.-¿Se puede saber de qué están hablando?

-Nada importante profesora.-Me sentía mal, era muy notable así que aproveche la oportunidad para poder abandonar la clase.-¿Puedo ir al baño?

-Sí, claro. No te veo con buena cara, ¿te sientes bien?

-Sí...sí.-Dije y me retire rápidamente de la clase.

No quería que la gente sintiera lastima por mi, ni mucho menos, puesto que la mayoría sabía lo que estaba sucediendo por el estúpido diario. Me dirigí primero al baño para lavarme la cara con agua fría en cuanto me la lave me senté en uno de los bancos del patio.

¿Dónde estarás Nacho? Pensé mientas observaba el anillo que me regalo.

Me iba a levantar para regresar a  la clase, pero justo antes de poder hacer nada el timbre sonó, indicando que el recreo había comenzado.

Yo seguía pensando en mis cosas, no tenía ganas de ir al bar o estar con gente.

-Adriana.-Por su voz pude saber de quien se trataba.

Venga ya, estoy intentando olvidarte.

-¿Qué quieres Pablo?-Intente sonar lo más normal posible, pero mi falta de sueño y mi amargura me traicionaron.

-Solo quería decirte lo siento, por todo lo que Marizza, Luján, Luna y vos están pasando.

-¿Me estás vacilando?, estaríamos bien si hubiera cerrado tu boquita y no nos hubieras delatado con Dunoff.-Me iba a ir pero su mano tiro de mi brazo impidiendolo.

-Para, ¿de dónde sacaste eso?

-Déjame en paz y asume que eres un bocazas.

-Yo jamás haría algo así...

-¿Ah no?, pues fíjate, a Nacho se lo han llevado por tú culpa.

-No, no fue así.-Me volví a sentar y lo observe curiosa.-Pilar me emborracho y me hizo soltarlo todo. No era mi intención, lo juro. Por eso vine a disculparme.

Me quedé callada, intentado analizar todo.-¿Osea que tú no hiciste nada?-Pablo negó con la cabeza.-Perdón, de verdad, pensaba que habías sido tú y...

-Tranquila, no pasa nada. Yo hubiera reaccionado igual.-Me interrumpió y paso sus brazos por mis hombros, para luego acariciarme la espalda.

-¿Interrumpo algo?

-Oh David, no nada, yo estaba hablando con Pablo.

-Sí lo note, ven vamos.-Me agarró del brazo, tirándome hacia él.

Los dos comenzamos a caminar entrando al colegio, me gire para despedirme de Pablo pero fue demasiado tarde, ya se había levantado y se había ido.

Con David fuimos al bar, donde se encontraban Guido, Tomás y Pablo que recién habia llegado. Los dos nos sentamos en una de las mesas en la esquina, al parecer a David no le fue suficiente sentarnos juntos así que me sentó en sus piernas. Que incómodo pero no podía hacer nada, se supone que somos novios.

-¿Me vas a decir que te pasa?-Comenzó a acariciarme la cabeza.

-Nada, he pasado una mala noche. Pero gracias por preocuparte.

-No hay nada que agradecer, sos mi chica.

¿Tú chica?

Yo solo reí.-¿Tú que tal?

-Bien, bien. Pero ahora mejor que estoy aquí contigo-.Mire al suelo, pues no sabía que responder.-No quiero que estés triste-.Me elevó la cabeza con sus dedos y me dio un beso. Con el cual no pude evitar sonreír, no podía negar que besa bastante bien.-¿Mejor?

-Sí.-Mire hacia la mesa del rubio disimuladamente y pude ver como clavaba la mirada en nosotros, con celos y odio hacia David.

-¿Querés salir mañana en la noche? Vamos a cenar a algún sitio, ¿te parece?

-Vale, me parece bien.-Esta vez fui yo la que le di un beso, no quería que pensara que yo no lo quería o algo.-Me tengo que ir que ya va a terminar el recreo. Chao-.Me levante de sus piernas y me fui con mis amigas que estaban en la otra mesa.

-¿Qué pasa?, ¿porqué tan sonrientes?

-¿No te diste cuenta?-Habló Marizza y yo sin entender la mire con cara extrañada.-Pablo está muerto con vos.

-¿Cómo?

-¿No viste como los miraba?, parecía que en cualquier momento lo mataba a David de celos.-Me hice la que no me importaba, pero por dentro estaba que chillaba.

¿Será que le gustó?

[...]

Las siguiente clase fue baile, para nuestra sorpresa ya había llegado una nueva profesora de baile, Lulú, quien para nuestra sorpresa no era como nos esperamos.

Primero los chicos se colaron en nuestra clase para poder verla, desconcentrandonos e impidiendonos bailar, acaparando casi toda la pista.

Como no, la profesora los invito a formar parte de la clase y para colmo después de hablar seriamente con Dunoff sobre esto, el permitió que los varones pudieran participar en el equipo de baile.

Parece que Lulú no se daba cuenta que nada más querían participar en sus clases para contemplar su cuerpo, ya que nunca les interesó bailar ni mucho menos ser parte del equipo de baile. Solamente son unos pervertidos y la profesora una inocente.

Definitivamente, hoy no es mi día.

Quiero dormir.








DESTINO || Pablo Bustamante. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora