Adriana, una joven de catorce años y española, es informada de que se va a ir a vivir a Argentina junto a su madre sin saber un porqué.
Ella no quería, todos sus amigos estaban en España y tenía que irse a empezar de cero. Menuda mierda ¿no?
Lo que...
El fin de semana antes de empezar las clases se me paso volando, bueno con razón, me pase todo el finde en la cama. Tenía que estar al cien por cien para comenzar las clases.
Me encontraba en mi coche en camino hacía mi nuevo instituto, el Élite Way School. Donde al fin comenzaría tercer año. Que nervios, ¿no?
La espera fue un poco larga, pero en menos de cuarenta minutos ya estábamos en el instituto, baje del coche y a lo lejos vi a Marizza sola.-¡Marizza!-Grite y ella comenzó a correr en mi dirección para abrazarme.
-Hola, ¿como estás?
-Bien, ¿tú?
-Bueno, se podría estar mejor. Empezamos nuestro nuevo año en la cárcel.-Yo suspiré.-Bueno vamos a ver si ya llegó Luna.
-¿Luján ya llegó?
-Sí.
Una vez ya con Luján, comenzamos a buscar a Luna. Nos parecía raro que después de casi media hora no aparecía.-Miremos en secretaría.-Las dos asintieron.
Al entrar nos encontramos a Luna en frente del escritorio de Gloria.-¡Luna!-Gritó Marizza y las dos nos unimos en un abrazo.-Te estábamos buscando.
-Luna, acá esta tu uniforme. Y ya hable con Dunoff sobre el cambio de habitación y va a ser imposible, lo siento.-Las tres nos impresionamos ante el comentario de Gloria.
-Luna ¿te querías ir de la habitación, ¿porqué?-La anteriormente nombrada paso de largo, dejándome completamente ignorada.
-Vamos a seguirla.-Propuso Luján y justo cuando iba a salir por la puerta detrás de ellas, Gloria me llamó.
-Espera aquí que tu madre también te compró el uniforme.-Yo puse los ojos en blanco y me acerque a su escritorio para esperar.
-Gloria porfavor dame mi uniforme.-Él rubio de ojos azules se acerco al mostrador.
-Te relajas que primero voy yo.-Dije borde, no estaba de humor.
-Ay nena, ¿qué te pasa?
-Nada de tu incumbencia, ahora haz el favor y respeta tu turno.-Justo antes de que el me pudiera responder la secretaria apareció con mi uniforme, me lo dio y yo me fui a la habitación.
-Ya estoy, ¿encontrasteis a Luna?
-No, se borró del mapa.-Contestó Marizza confundida.
-Sí se quería cambiar de habitación es por algo, ¿le digisteis algo que la podría haber ofendido?
-No.-Contestaron las dos.
-Bueno, dejémosla sola. Tarde o temprano volverá, es su habitación.-Propuse yo.
-¿Vos que haces acá?-Las tres miramos a la puerta y Mía estaba entrando.
-Vos callate nena que la cosa no es contigo. Vengo a hablar con Adri.
Las dos nos fuimos al pasillo y ella me dio una carta roja "feria americana".-¿Qué es esto?
-Es una feria que hago todos los años para dar la ropa que ya no uso, todas mueren por ser invitadas y vos este año has tenido suerte. ¿Vendrás no?
-Claro, muchas gracias por la invitación.
-No es nada, vos y yo vamos. a ser grandes amigas.-Las dos nos dimos un corto abrazo.-Bueno me voy a mi habitación, chao.
Volví a mi habitación y antes de que pudiera decir nada alguien entró.-Permiso, vengo a dejar mis cosas.
-Por fin, ¿porqué te querías cambiar de habitación?-Pregunté yo siendo completamente ignorada.-¡Luna!
-Eh...yo...me tengo que ir.-Se dirigió a la puerta pero antes de que pudiera hacer nada Marizza le impidió el paso.
-Déjala Marizza, esta invitada a la feria americana de Mía.-Se burló Luján.
-Em... Chicas sobre eso, yo también estoy invitada a la feria de.
-Yo no te puedo creer... pensaba que eras la única con neuronas pero me equivocaba.-Ignore el comentario de Luján poniendo los ojos en blanco.
-Me da igual, como si están invitada a la boda de Shakira.-La pelirroja dirigió su mirada a Luna.-Contesta ya.
Luna ante lo que dijo Marizza soltó un suspiro y comenzó a hablar.-Es que en el Vacance Club cuando pasó lo de Pablo, ustedes me hicieron sentir como una idiota por no querer hacer nada...bueno, menos tu Adri. Es que yo tenía miedo chicas.
-Luna no podes ir por la vida con miedo.-Contestó Luján molesta.
-Bueno chicas Luna tiene razón, no estuvo bien lo que le digisteis. Pero eso tampoco es razón para irte.
-Sí lo es, yo jamás podré ser amiga de ustedes. Soy una miedosa.-Luna bajó la mirada.-Bueno da igual, dejémoslo así, me tengo que ir.
-No, tú te quedas.-Obligué a Luna.-Somos amigas y hay que saber hablar las cosas.
-Además, no eras la única con miedo, yo también lo tenía.-Confesó Marizza.
-Normal, ese chico casi te mata.-Dijo Luján.-Esta loco.
-Bueno no estamos hablando de Pablo.-Marizza volvió a dirigir su mirada a Luna.-Lo siento Lunita, ¿me perdonas?
-Sí.-Las dos se acercaron y se unieron en un abrazo, al que Luján y yo también nos unimos.
Después de hacer las paces Luna y yo nos fuimos a la feria de Mía. Habían varias chicas mirando la ropa de la rubia a las que nos unimos. La verdad es que fuimos muy bien tratadas y bienvenidas, cosa que me sorprendió mucho. Tampoco podía negar de que lo había pasado mal, de hecho había disfrutado mucho la feria ya que bailamos, charlamos e hicimos el sorteo de ropa en el cual logre obtener dos camisetas de Mía las cuales eran preciosas.
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