Rita observaba con una sonrisa en su boca como Lincoln se alejaba de la casa con un balón de basquetbol en su mano, le había tomado mucho tiempo, más de lo que le hubiese gustado, pero finalmente su hijo había aceptado realizar algo más saludable que los pasatiempos sedentarios que tenía, había tardado 13 años, pero finalmente a todos los había encaminado a una vida saludable... o eso le gustaría decir.
Lentamente desvió su mirada hacía la sala de estar, notando como su hijo de casi 1 año de edad estaba totalmente absorto en la televisión.
Era un bebé, entendía que aun no era tiempo de que fuese tan hiperactivo como lo eran todos sus hermanos, pero todos, incluso Lisa, ya se movían considerablemente al año de nacer, pero en cambio ese muchacho estaba completamente absorbido por aquel programa de superhéroes, tanto que podía ver como la baba caía de su boca solo por estar más centrado en el villano de turno que en su propio cuerpo, era un total adicto a la ciencia ficción y solo había un culpable.
- (Molesta) Lincoln.
La mujer suspiro, tampoco obtendría nada enojándose con su hijo, más cuando ya comenzaba a presentar rasgos típicos de la adolescencia, aunque si había podido incentivar al chico a hacer algo más dinámico con su vida, considerando que Leroy apenas era un infante podría enseñarle desde mucho más temprano, no iba a permitir que una versión peor que Lincoln surgiese.
- Leroy, mira el hermoso día que hay afuera, vamos a salir al patio, ¿Sí?
La mujer se acerco a tomar el control que estaba al lado del bebé, pero cuando estaba por tocarle sintió un fuerte manotazo sobre su mano, con toda la fuerza que un infante podía tener, sin mirarle siquiera.
- Leroy.
- Shh.
- No sabes hablar, pero entiendes perfectamente como hacer callar.
- (Molesto) Dah.
- No me hables en ese tono jovencito.
El bebé solo respondió sacándole la lengua antes de volver a enfocarse en la televisión.
- Bien, no me dejas otra opción.
La mujer se encamino directo hacía el televisor con claro objetivo de apagarlo, pero sintió nuevamente la voz del pequeño.
- Ajem.
Aquello llamo la atención de Rita lo suficiente para ver que el bebé tenía en sus manos una fotografía familiar enmarcada, sostenida con sus manos como si fuera a lanzarla con fuerza hacía el piso, rompiéndola de ser necesario.
La mujer miraba perpleja, pero sonrió nerviosa, aparentando toda la confianza que no tenía en ese momento.
- Leroy, baja eso, no queremos un accidente.
- Dah...
Entre más se acercaba Rita al botón de apagado, más alzaba Leroy el cuadro, mirándose ambos fijamente, la tensión podía cortarse con un cuchillo entre ambos quienes se miraban fijamente, notando hasta el mínimo movimiento del otro.
- Leroy.
- Dah.
El dedo de Rita temblaba, apagar esa televisión no valía aquella perdida, Leroy ni siquiera titubeaba.
- (Molesta) Ahg.
Rita fue quien termino por ceder, alejándose del televisor, algo a lo que Leroy reacciono bajando el cuadro, la mujer se retiro lo suficiente para salir del rango de visión del bebé y, con cuidado, comenzó a acercarse para llevárselo del lugar, pero el teléfono de la sala comenzó a sonar, desviándose un momento para ver la procedencia del sonido, aunque desistió rápidamente, su bebé era prioritario, pero en el momento en que retomo su camino noto que Leroy ya no estaba allí.
- ¿Qué?
Se acerco rápidamente a donde debía estar su hijo, pero solo noto su propio teléfono marcando el número fijo de la casa.
- Genial, Loud tenía que ser, bien Leroy, si quieres jugar rudo, juguemos rudo.
Dirigiéndose a su habitación, la mujer se preparó con todos los artefactos que un bebé podría desear para distraerse, usando su lápiz labial para dejarse dos marcas bajo los ojos como si fuese camuflaje de guerra además de atar una cinta en su cabeza.
- Vamos a jugar, ¡¡¡Y te vas a acostumbrar!!!
Desde la ventilación, Leroy miraba las caricaturas desde un móvil algo más antiguo, posiblemente desechado por alguna de las chicas.
- (Descaradamente) Dah.
- Lucy, 3 años, no te costo mucho encontrar el cómo subirte por lo visto.
- (Aterrado) ¡Dah!
El bebé gateo velozmente por los ductos, perdiendo a Rita luego de virar dos veces, momento en el que decidió salir del ducto, logrando encaminarse fuera de la casa hasta esconderse en la casa de Charles.
- Lana, 2 años, hay veces en que la confundí con Charles.
El bebé nuevamente comenzó a gatear con todas sus fuerzas, Rita solo observo como este se alejaba.
- ¡Eso, corre, solo haces que esta cacería sea más divertida!
Cuando Leroy se escondió en la cocina:
- Luan, 5 años, se comió un pie de plátano en lo que nos demoramos en encontrarla.
Cuando el bebé se escondió en la cochera:
- Lori, 4 años, ese día encontró los palos de golf de tú padre por primera vez.
Cuando lo intento en un peluche gigante guardado en el sótano:
- Lola, 2 años, creo que siempre tuvo una fijación por los animales de felpa.
Lo intento en cada posible escondite de la casa y Rita lo encontraba fácilmente, llegando a esconderse en su cuna mientras se tapaba con la frazada completamente, temblando, algo que empeoro cuando sintió como la puerta se abrió lentamente.
- Oh... Leroooooy... ¿Dónde está mi bebé?
El infante solo pudo aferrarse más a su manta y rogar que no se acercara, era su único deseo, quería estar en paz, estaba cansado y aterrado, ya no le quedaban ni trucos ni lugares, aquella fuerza implacable lo había arrinconado, pero sintió como la puerta se volvía a cerrar y la habitación quedaba en silencio.
- ¿D..Dah?
Repentinamente su frazada fue tirada con fuerza, descubriéndolo por completo.
- ¡Aquí está!
- ¡¡¡Daaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!!
Leroy aprendió a no molestar a su madre.
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101 historias sin odio
FanfictionAntología de historias cortas y auto concluyentes sobre la familia Loud, solo que, como dice el titulo, son historias sin odio por la familia, sobre todo al pobre Lincoln quien ya parece saco de boxeo. - Portada hecha por @LSTBErT -