Lily

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Desde la distancia Lily veía con unos binoculares el gimnasio donde trabajaba Lynn, observándola como le enseñaba la técnica de un ejercicio a un chico joven, la rubia mordisqueaba la uña de su pulgar mientras pensaba en como cobrarle de una buena vez todas aquellas experiencias pasadas que le había marcado en su mente y no la dejaban vivir una vida tranquila, siempre con el miedo de que la castaña apareciese de la nada y la dominase cual mascota entrenada, no podía quitarse ese terror y no podía soportarlo un día más, buscando con su mano libre sin prestarle demasiada atención su mochila donde tenía guardada aquella sorpresa especial guardada específicamente para Lynn que le liberaría de sus cadenas pasadas, sintiendo entre sus manoteos al aire el como choco contra algo más suave que su mochila.

El plan era simple, se acercaría, inmovilizaría y le haría experimentar algo similar a lo que había vivido en su tierna infancia, si lo hacía podría pagar el ojo por ojo que siempre había pesado en su ser y seguir avanzando, su alma lo necesitaba, verla débil e indefensa le daría la fortaleza mental para no creer que podría controlarla en el pasado, era un plan perfecto, sin fisuras, sin trabas, solo tenía que proceder y cuando finalmente la mochila llego a su mano celebro internamente, alejando su vista del binocular para revisar por última vez su contenido, pero cuando volvió a ver a través de estos no pudo encontrar a Lynn.

- ¿Dónde te metiste maldita bruja?

- ¿A quién llamas maldita bruja?

- A la tonta de Lynn, ¿A quién más podría decirle así? Jejeje, ya verá, ni siquiera lo podrá presentir.

Estuvo unos momentos con los binoculares aun puestos mientras la buscaba por el resto de los ventanales del gimnasio hasta que se detuvo a pensar por un momento, sacando lentamente su cabeza del arbusto que usaba de camuflaje para ver a la castaña cruzada de brazos mirándola.

- ¿Qué me delató?

- Que no estás demasiado lejos y que eres la única tipa en el área que esta atravesando un arbusto delgado, - Lynn solo le miró con una sonrisa de satisfacción mientras hacía crujir sus nudillos. - ¿Lo haremos por las buenas o por las malas?

- Por las buenas por favor.

Minutos después, ambas estaban sentadas en la cafetería junto al gimnasio, con Lynn observándola divertida mientras la rubia solo podía mirar impotente sus piernas, no queriendo confrontar a Lynn.

- Entonces, - Fue la castaña quien tomo la iniciativa. - ¿Tengo que tomar esto como un atentado contra mí? Tendrás que esforzarte más si quieres tomarme con la guardia baja.

- ¡Cállate! Solo porque me equivoque un poco en mis cálculos no es para que te burles de mí.

- La pregunta que te quiero hacer es, ¿Realmente creías que esto está bien?

- Si estuviera bien no estaría aquí perdiendo mi tiempo contigo en un trauma de la infancia.

- ¿No puedes seguir con tu vida como hicieron las demás? A las demás ya no les importa lo que hice cuando fui la mayor.

- Porque ellas no sufrieron ni la mitad de lo que me hiciste pasar.

- Eras pequeña y estabas descontrolada, ¿Qué esperabas? ¿Unas felicitaciones?

- ¡Qué no me hicieras sentir tan traumada!

- Creo que tú le estás dando más importancia a esto de lo que deberías.

- ¡No puedo por tu culpa!

Lily estaba visiblemente alterada, había culpado de múltiples cosas a lo que Lynn le había hecho, esa sensación de inseguridad constante y la impotencia en su actuar cotidiano, pero ver a la causante de todo ello hablarle tan tranquilamente sobre que no le diese importancia no hacía más que hacerle hervir la sangre, deseosa de saltar y golpeara incluso si sabía que todo lo que recibiría sería una paliza por alguien claramente más fuerte, pero Lynn solo botó el aire en su pecho y se dejo caer sobre el respaldo de la silla y hablo sin mirar a Lily.

- ¿Golpearme te aliviaría?

No se espero esa pregunta, pudiendo finalmente centrar su vista en su hermana quien no parecía darle importancia.

- ¿Disculpa?

- Querías hacerme la vida imposible para que viviera lo que viviste, ¿Golpearme te daría esa sensación?

- Pues... creo que... ¿Sí?

- Se directa chica, no lo dudes, ¿Serías feliz de verme lastimada mientras me disculpo?

Una disculpa era, incluso en sus más locos sueños, lo último que esperaba escuchar de la castaña con ropa deportiva.

- Si me lo pones así... no lo sé...

- Si o no, te lo pongo aun más sencillo, no expliques, no desarrolles, solo dos letras, ¿Si o no?

- ¡Si! ¡Carajo que si! ¡Estoy segura de que si lo hago podré olvidarme de esto y dejar de tener la presión que siempre me has dado!

- Perfecto. - Y Lynn se levantó, quedando frente a Lily mientras ponía una mejilla a pleno alcance de Lily. - Hazlo, supera tu miedo a mi golpeándome y olvidémonos de todo esto, prometo que no me enojare, que no responderé, solo saca eso que llevas dentro para que puedas continuar con tu vida de una buena vez debilucha.

La vista de Lily era algo que no esperaba, incluso había traído todas sus trampas improvisadas con las que retenerla y vengarse, ¿Pero que ella mismo se dejase y se lo permitiese? Algo debía de ir mal, quizás una cámara escondida que grabase lo ocurrido y la extorsionase en reuniones familiares o cualquier otra cosa.

- Si lo hago me vas a chantajear.

- No, lo prometo, solo acabemos con tu odio a mi de una buena vez.

Lily empuño su mano, un golpe debería bastar, solo uno para dañar aunque sea un poco a Lynn y dejar de temerle, de tener a su demonio molestándola, Lynn no cerró los ojos y la miro, aunque no se notaba enojada, más bien, tenía una expresión seria, la rubia sostuvo un momento más su brazo en posición de golpe hasta que soltó la fuerza de su mano empuñada.

- ¿Por qué me dejarías hacerlo? No te entiendo.

- Tal parece que necesitas esto, no soy tan ciega para no darme cuenta, superar el pasado es importante para continuar y debes hacerlo de alguna forma, si esto te ayuda, bien por ambas, ¿No?

¿Una vida de rencor podía irse en un solo acto?

Lynn cerró sus ojos, satisfecha de no haber sido golpeada cuando escucho a Lily respirar, pero cuando abrió sus ojos pudo ver el puño acercarse peligrosamente, impactando entre el ojo derecho y la nariz.

- ¡Auch! ¡¿Qué no te sirvió mi clase de autoayuda?! ¡Pague mucho por ese curso!

- Quizás tu mensaje era que esto no era el camino. - Dijo mientras observaba su puño. - Y ciertamente no me siento mejor después de hacerlo, pero ver que ya no eres ese monstruo creo que si era lo que realmente necesitaba.

- ¿Segura? - Dijo mientras masajeaba su ojo.

- Si, creo que puedo dejar en el pasado a esa bruta y pensar que ahora te tengo a ti.

Las palabras molestaron ligeramente a Lynn, pero ver una expresión relajada en Lily después de tantos años era un cambio agradable para variar.

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